La crisis económica que afecta a la Argentina no da respiro y todos los días se suceden novedades que generan intranquilidad en el sector de los trabajadores, pero también en el empresario.

La Cámara Argentina de Fabricantes de Maquinaria Agrícola (Cafma) difundió su encuesta nacional de coyuntura, la cual arrojó datos elocuentes sobre la crisis que está atravesando el sector.
El relevamiento contó con respuestas de 127 empresas y uno de los aspectos salientes es la gran cantidad de ellas que comenzó o está por iniciar achique de horas extras, suspensiones, despidos o pedidos de asistencia al Estado mediante Procedimiento Preventivo de Crisis o Programa de Recuperación Productiva (Repro).

“El sector puede perder en los próximos meses 7.000 puestos de trabajo. Considerando ingresos de 30 mil pesos brutos mensuales, equivalen a 210 millones de pesos mensuales que no ingresan a la economía. Si se consideran las cargas sociales también, equivalen a 73 millones de pesos mensuales perdidos por el fisco”, indicó Cafma en un estudio que reveló La Voz del Interior.
También recordó que el 80 por ciento de las empresas están en poblaciones de menos de 30 mil habitantes y son uno de los principales motores económicos de esas localidades.

Trabajan a la mitad de su capacidad

La crisis sectorial se refleja en varios indicadores. Uno de ellos, por ejemplo, que el 62 por ciento de las empresas están trabajando apenas al 50 o 60 por ciento de su capacidad instalada.
También, que casi la mitad (48,8 por ciento) estima una caída de sus ventas de entre 30 y 50 por ciento en comparación con 2017.

Para dos de cada tres empresas, el principal problema es la fuerte suba de las tasas, que impide contar con buen financiamiento.

“La encuesta transparenta la fuerte retracción de ventas debido a la falta de financiamiento a tasas lógicas. Prácticamente estamos sin financiamiento para la venta. Existe mercado interno, pero el productor agropecuario o el contratista rural no está dispuesto a financiar su compra a las tasas que solicitan los bancos”, subrayó Raúl Crucianelli, titular de Cafma.

Piden pronta solución

El impacto en el empleo también es notorio. Ya hay numerosas empresas que implementaron reducción de horas extras o jornada laboral, suspensión o despido de operarios y acudieron al programa Repro.

“El estudio indica que entre el 22 y el 25 por ciento de las empresas decidirán en el corto plazo instrumentar reducción de jornada, suspensiones, inicio de procedimiento de crisis, etcétera. Todo esto debe ser resuelto para no profundizar la situación”, advirtió Crucianelli.

Credimás va a la quiebra

La tarjeta de crédito regional Credimás comenzó a realizar despidos masivos de personal esta semana. Comunicaron que se encuentra próxima a declararse en quiebra y propone pagar indemnizaciones al 50%.

El rumor de cierre de la tarjeta de crédito regional ya era conocido por todo el comercio de Tucumán y de las provincias vecinas. Por eso, en el último tiempo la mayoría de los negocios ya no recibía la tarjeta.

Ahora, los dueños de Credimás se preparan para dejar “un tendal” de deudas, consignó el portal Contexto. Sobre un total de 300 empleados, casi un centenar ya recibió en forma verbal el aviso del despido y se teme que la situación alcance al resto en el corto plazo.

Además la empresa no querría pagar la indemnización por los despidos, según indicaron empleados de las oficinas ubicadas en los hipermercados Libertad y en Banda del Río Salí de la provincia de Tucumán.

Credimás nació hace 31 años y además de su sede en Tucumán tiene sucursales en Santiago del Estero, Salta y Jujuy.

Otra quiebra

Por su parte, en Gualegaychú decretaron la quiebra de Cotagú (Cooperativa Tambera de Gualeguaychú) y cerca de 40 empleados quedan en la calle.

Los trabajadores hace dos meses que no perciben el sueldo y la deuda de la histórica cooperativa tambera con la AFIP superaría los 70 millones de pesos. Además se quedan sin ingresos fleteros, distribuidores y proveedores.

La resolución será firmada este viernes por el juez para que el síndico realice el inventario de la empresa y determine la clausura de las instalaciones.

Abarcaba a toda la provincia

Cotagú, que llegó a vender sus productos en todo Entre Ríos y provincias vecinas, se encontraba en concurso preventivo por no poder enfrentar los acuerdos con los acreedores, consigna el portal local Noticia Uno.

La crisis y la falta de ventas llevaron primero a la reducción de la producción y luego a la parálisis total. El final de la historia es el ahora conocido.

En una primera etapa, la empresa redujo su trabajo a tres días por semana, abasteciendo únicamente a Gualeguaychú. La recepción de leche fluida bajó a 12 mil litros diarios cuando la empresa, para ser viable, requería de no menos de 50 mil litros. Además los empleados habían parte de su sueldo.

Ahora, queda la posibilidad de que conformen una cooperativa de trabajo.
Cerca de 40 empleados y sus respectivas familias se quedaron sin su fuente de ingreso, además de fleteros, distribuidores y proveedores perjudicados por el cierre de la fábrica.