Matías Cremonte, el flamante presidente de la Asociación Latinoamericana de Abogados Laboralistas dio la voz de alerta sobre un capitalismo con intenciones más salvajes que la vuelta a la esclavitud. Objetó en parte a la Ley de Teletrabajo, y precisó que el empresariado busca atomizar los colectivos de trabajadores y trabajadoras para avasallar derechos.

Apuntó que los avances de la derecha, incluso en la seducción de las clases más pobres, es un fenómeno regional, perverso y orquestado contra todos los estamentos del Derecho del Trabajo. Y bajo las huellas de la pandemia también aseveró que un juicio laboral hoy puede demorar 7 años.

El presidente de la ALAL aseguró que «los abogados que tenemos una militancia laboralista y estamos vinculados a organizaciones sindicales tenemos una convicción que va mucho más allá de cualquier otra vereda más sencilla. Entendemos que existe una contradicción intrínseca en el sistema capitalista, respecto a trabajo y capital».

Por otra parte, dijo que tiene una mirada crítica a la Ley de Teletrabajo, al indicar que «no es una norma flexibilizadora, pero considero que hubiese sido necesaria una norma que desaliente el teletrabajo».

Además señaló como dato positivo que «los niveles de sindicalización de la Argentina son de los más altos del mundo, lo cual denota que, más allá de las campañas de estigmatización de no pocos medios periodísticos, todavía existe una conciencia social sobre la participación para la defensa de los derechos».