MIéRCOLES, 27 DE NOV

Empleados de comercio se movilizaron y el 98% de los locales estuvo cerrado

Los manifestantes se concentraron cerca del mediodía frente a su sede gremial y desde allí, una numerosa columna marchó por toda la ciudad. Las calles de Rosario se vieron desiertas por el cese de actividades.

El Sindicato de Empleados de Comercio se movilizó este lunes por toda la ciudad para mostrar su rechazo a la reforma previsional impulsada por el Gobierno nacional, la cual está siendo debatida en estos momentos en la Cámara Diputados de la Nación.

Los manifestantes se concentraron cerca del mediodía frente a su sede gremial y desde allí, una numerosa columna integrada por delegados gremiales, directivos del Sindicato y trabajadores, marcharon por avenida Corrientes, peatonal Córdoba, San Martín, San Luis, Italia y nuevamente Córdoba.

Con banderas argentinas, los mercantiles le “brindaron apoyo a los trabajadores donde la patronal no les permitía adherir al paro nacional”, según explicaron desde el gremio.

“Tomamos esta medida en defensa de los compañeros Jubilados y en contra de la reforma previsional y logramos que los compañeros pudieran salir de esos lugares, cuyos propietarios no les habían dado permiso para dejar las tareas, bajo amenazas de todo tipo”, agregaron.

A la masiva movilización, le siguieron diversas recorridas por distintos puntos de la ciudad, para garantizar que los shoppings y los supermercados estuvieran cerrados. La tarea se extenderá hasta la tarde-noche de este martes.

Rosario, desierta por el cierre de comercios

El paro impactó fuertemente en los comercios, sobre todos grandes y medianos, donde el ausentismo llegó a alrededor del 98 por ciento.

En una recorrida por distintos sectores geográficos de la ciudad, se comprobó que las grandes superficies comerciales (shoppings, cadenas nacionales e internacionales de supermercados, etc.), habían cerrado sus puertas y no hubo atención al público.

Lo mismo ocurrió en grandes tiendas como Falabella, y en las principales casas de venta de electrodomésticos.

En la zona céntrica la actividad fue casi nula a partir del mediodía y, salvo algunos bares que permanecieron abiertos, el resto de los negocios bajó sus persianas.

En los barrios la actividad estuvo circunscripta a los negocios más tradicionales como granjas, almacenes y otros similares.

 

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