La titular del Sindicato de Trabajadores Viales y Afines (Stvyara) y de la Secretaría de Igualdad de Oportunidades de la CGT, Graciela Aleñá, aseguró este jueves que «es mentira que hay unidad en la central obrera», criticó duramente a algunos de sus dirigentes y dijo que por algunas situaciones internas su gremio «no participó en el acto por el 1° de mayo».

«La época no da para continuar con una mentira como aseverar que existe unidad. Es totalmente mentiroso que haya unidad en la CGT», afirmó en declaraciones radiales.

La dirigente, quien integra la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT) y la Federación Internacional de Trabajadores de esa actividad (ITF), indicó a la radio AM750 que «cada vez que el sector al que pertenezco propone algo en la central obrera pierde todas las votaciones porque es minoría».

Aleñá, que integra el Frente Sindical para el Modelo Nacional (Fresimona), dijo que «una parte del triunvirato de la CGT le faltó el respeto a Pablo Moyano -que también integra ese espacio-, porque luego de horas de reuniones y a dos días del acto del 1° de Mayo en Defensores de Belgrano terminó reuniéndose con el ministro de Economía Sergio Massa».

«Es cierto que siempre es preciso hacer esfuerzos para compartir una mesa con dirigentes de otros gremios, que en todo tuvieron que ver con la gestión anterior. Pero por eso cuesta», expresó y aseguró que «como gremio y Fresimona hay que continuar haciendo lo correcto. Esta realidad por la que atraviesa la central obrera es triste. Pero es la triste realidad».

La dirigente acusó además al adjunto de la CGT y titular nacional de la Unión del Personal Civil de la Nación (UPCN), Andrés Rodríguez, de «no haber movido un solo dedo por los trabajadores despedidos en Vialidad Nacional y, ahora, afirma que nunca dejó la calle».

«Abandoné el grupo de Whatsapp de la central porque no banqué más las mentiras y estupideces que escriben algunos dirigentes. En la última reunión me fui antes porque me cansaban. Rodríguez, que no movió un dedo por los despedidos en Vialidad, osó afirmar que nunca dejó la calle. Me costó mucho soportar eso y me fui antes», enfatizó Aleñá.

Sin embargo, la dirigente sindical sostuvo que «siempre intenté no romper en la convicción de que algo puede cambiar, pero no es así, porque se trata de verdaderos manipuladores, porque así lo son y lo fueron siempre», por lo que «es cada vez más difícil compartir algo con estos señores que, en definitiva, hacen siempre lo que se les canta».

«El sector al que pertenezco no cree en ese sindicalismo que se esconde y aparece cuando está por estallar la bomba. Hay que evitar que ello ocurra mucho antes. Y es preciso estar siempre de un solo lado, es decir, de los trabajadores», afirmó la dirigente.

Para Aleñá, la unidad de la CGT debe producirse «con todos los dirigentes para hallar caminos en común y para que no regrese al gobierno la derecha», y se pronunció por «trabajar por la gente y mejorar su situación» y por «la necesidad de adoptar posiciones claras y actuar en lugar de criticar y luego terminar en una mesa con el criticado».