La textil Sedamil cerró su planta de la diudad chubutense de Trelew, en la que se hiló el poliéster con el que fue confeccionada la camiseta que la selección argentina de fútbol lucirá en el Mundial de Rusia 2018, informó hoy el sindicato del sector.

La hilandería, instalada en el parque industrial de Trelew, cerró este lunes, luego de mantener suspendidos durante once meses a su 107 trabajadores, con quienes negocia ahora «retiros voluntarios» a cambio de reconocerles el 110 por ciento del salario en el cálculo de las liquidaciones.

«Fue muy difícil hacer frente a los trabajadores para semejante noticia que nos transmitieron los empresarios», dijo a Télam el secretario adjunto de la Asociación Obrera Textil (AOT), Sergio Cárdenas, al informar sobre el cierre de la planta.

Cárdenas dijo que «no nos sorprende pero nos duele» la noticia, ya que «hacía once meses que venían con suspensiones y todos sabemos que es imposible tener una planta sin producir y con los obreros cobrando casi la totalidad del sueldo».

El sindicalista culpó de este desenlace a la política económica vigente, que a su jiicio «no atiende las desventajas comparativas de los parques industriales alejados de los centros urbanos», donde se concentra el consumo.

En tanto, el ministro de Producción de Chubut, Pablo Mamet, consideró que «lo ocurrido es parte de la falta de respuesta sobre la competitividad que venimos reclamando desde la provincia».

De los 107 trabajadores despedidos, hay 77 representados por la AOT y 30 afiliados al Sindicato de Empleados Textiles de la Industria y Afines (SETIA).

Este último gremio, cuyo secretario general es Juan Edgardo París, presentó hoy una nota a la Secretaría de Trabajo en la que pide una audiencia de conciliación obligatoria.

«Cabe recordar que los trabajadores hace más de 10 meses se encuentran suspendidos y a efectos de clarificar la situación planteada y proteger los derechos de los afiliados involucrados en pos de la preservación de la relación laboral, es que solicito vuestra intervención de manera inmediata», dice la nota.

Franco Andrada, uno de los trabajadores afectados, dijo a Télam que el cierre de la planta no sorprendió porque «desde hacía varias reuniones era la misma música, la misma cantinela, que la cosa estaba mal y que seguía la suspensión».

«La empresa lo que quiere ahora es que firmemos un retiro voluntario ofreciendo algún beneficio extra, porque si nos despide seguro que a nivel nacional le quitarán los subsidios por el empleo que benefician a otras plantas que tiene la misma empresa», comentó.