El secretario general del gremio ferroviario La Fraternidad, Omar Maturano, denunció que hace diez días que el tren San Martín circula sin señalamiento por el robo de cables. Además, apuntó que el Gobierno nacional busca degradar a la empresa estatal Trenes Argentinos para “venderla a capitales privados por menor valor”.

Las declaraciones de Maturano se dieron minutos después de que una formación del tren San Martín que trasladaba pasajeros descarrilara tras chocar contra una locomotora que estaba parada sobre la vía, a la altura de la estación de Palermo, en la ciudad de Buenos Aires. Por el episodio al menos 70 personas resultaron heridas y 16 debieron ser trasladadas a centros de salud.

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Además, conjeturó que quizás la locomotora estaba frenada porque “no tenía vía libre para adelante”, y expresó: “Sin señales estás yendo a un lugar donde no sabés con qué te encontrás, pero una vía libre escrita en papel significa que está todo despejado”.

Omar Maturano, secretario general del gremio ferroviario La Fraternidad.

En declaraciones a Radio con vos, el referente ferroviario manifestó: “Hace diez días que estamos trabajando sin señalamiento debido a la degradación y la falta de seguridad que existe en el ferrocarril. Se roban los cables de señalamiento, así que nosotros nos manejamos con lo que llamamos vías libres”.

Al respecto, detalló que al no funcionar las señales hay dos formas de garantizar la circulación de trenes: una –que es la que se usó en este caso– es mediante la entrega de una notificación en papel que garantiza que la vía está libre; y la otra es con trabajadores apostados en cada una de las señales y alzando banderas verdes para indicar al maquinista que puede circular, o rojas para obligarlo a detenerse.

En diálogo con el programa “Argenzuela”, que se emite por Radio 10, Maturano contó qué fue lo que pasó en el accidente de este viernes: “Había una locomotora detenida, mientras que se le dio vía libre escrita al conductor que venía con pasajeros, quien se encontró con la locomotora y chocaron. Hace días trabajamos así porque se roban los cables de señalamiento, reclamamos que lo reparen, pero no hay repuestos”.

Tras asegurar que hay “una degradación total” de la empresa, el referente gremial denunció que de lunes a viernes hay una determinada cantidad de servicios para satisfacer la demanda, mientras que idealmente la circulación los días sábados se debería reducir al 70% o 75%, y los domingos tendrían que funcionar la mitad de los coches. Pero ante el recorte de unidades, actualmente los viernes funcionan como sábado y los sábados, como domingos.

“Hay una degradación total porque no hay presupuesto. Hay coches parados. Nos están llevando a eso para que la empresa sea comprada por un capital privado a menor valor. Nosotros no estamos a favor de la privatización, pero sí a favor de que el capital privado venga, ponga plata y se concesione. Pero que mejoren la infraestructura y que los trenes funcionen como deben”, destacó.