La conducción del Sindicato de Empleado de Comercios de la Capital Federal, que encabeza Armado Cavalieri, acusó a un sector dirigido por el exsecretario del gremio Ramón Muerza de intentar «imponer la violencia, la prepotencia y las operaciones judiciales» como mecanismo «para dirimir una cuestión electoral», en el marco de las próximas elecciones que se realizarán en la organización.

«Un sector encabezado por Ramón Muerza, quien formó parte del gremio durante 20 años y donde llegó a ser el Secretario de Organización, desde un tiempo a esta parte intenta imponer la violencia, la prepotencia y las operaciones judiciales, como mecanismo para dirimir una cuestión electoral. Lo hizo durante el proceso electoral en 2018, y lo intenta hacer hoy de nuevo”, indicó el sindicato en un comunicado de prensa difundido este lunes.

La comisión directiva del Sindicato de Empleados de Comercio, uno de los gremios más grandes del país en cuanto a número de afiliados, informó este domingo la convocatoria para el próximo 8 de julio a su Asamblea General Extraordinaria de afiliados, el primer paso del proceso electoral que establece ese gremio.

La reunión de la Asamblea General Extraordinaria se hará el 8 de julio desde las 11 en Parque Norte y cada afiliado deberá acreditar su identidad con el correspondiente carnet sindical y su DNI, según indició la organización sindical por medio de un comunicado.

Para la conducción del gremio el propósito de estas acciones de la oposición es «socavar y debilitar el proceso electoral» para así poder «intervenir el gremio, sumando patotas y grupos de choque, que nada tienen que ver con la cultura de Comercio».

«El ejemplo más claro de esto fue la denuncia anónima que presentó en la antesala del proceso electoral de 2018, ante una Fiscalía Federal, en la que sostenía que en el padrón del sindicato (bajo su responsabilidad como Secretario de Organización, a cargo de las afiliaciones y del padrón) figuraban 6.000 afiliados muertos», subraya el comunicado del Sindicato de Comercio.

Asimismo, aseguraron que la propia organización «demostró que la denuncia se hizo con mala intención a partir de la utilización de un padrón viejo, proceso que terminó con una presentación por falsa denuncia».

Desde la conducción porteña del sindicato se comprometieron a que el próximo 8 de julio se inicie «un nuevo proceso electoral amplio, participativo y democrático»

«En este proceso electoral esperamos que la oposición deje de lado sus métodos violentos y amenazas que sólo pretenden perturbar a las compañeras y compañeros trabajadores, que quieren vivir una elección con tranquilidad y poder manifestar su opinión con libertad y en paz”, concluyó el texto.