Los trabajadores estatales del Conicet (ATE) vienen padeciendo un proceso de ajuste brutal, que incluye despidos de personal administrativo, recorte de becas, promociones e ingresos.

Se trata también de una política de ahogo por parte del Gobierno nacional, que desfinanció el espacio y ello implicó hasta marzo una pérdida de más del 20% del poder adquisitivo de los trabajadores.

Hoy está en riesgo la continuidad laboral de los trabajadores con art. 9, que no sólo constituiría un grave ataque a los puestos de trabajo y las condiciones de vida de los afectados directos, sino que pondría en serio riesgo el funcionamiento del organismo.

A partir de esto, desde el organismo convocaron a un paro nacional con movilización, este miércoles, en una jornada de lucha que incluirá una conferencia de prensa en Rosario, a las 11, en el CCT de Ocampo y Esmeralda.

En efecto, las demandas de ATE Conicet abarcan la renovación de todos los contratos, reincorporación de los despedidos, aumento del presupuesto urgente y también una impostergable recomposición salarial.

La gestión del presidente Javier Milei realizó un profundo recorte en sectores claves como la ciencia, la tecnología y la educación, desfinanciando e incluso cerrando instituciones emblemáticas, que han sido por mucho tiempo un signo de orgullo nacional e identidad y motivaron el reconocimiento del mundo.

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La única preocupación del mandatario libertario pasa por lograr el famoso déficit fiscal cero, desentendiéndose de la microeconomía, la realidad del día a día del ciudadano, cuyo costo de vida se ha dificultado notoriamente con el aumento desproporcionado de los precios, producto de la desregulación económica, hecho que no vino acompañado de un incremento equivalente de los salarios.

Con todo, la receta es ajuste total y desprecio por lo público, sin importar las consecuencias que ello implica en el conjunto de los trabajadores, una vez más los principales perjudicados por recetas que ya fracasaron en el pasado.