La Cámara alta aprobó y convirtió en ley normas que permiten que las personas acusadas por determinados delitos sean juzgadas sin necesidad de estar presentes en el proceso; y que quienes tengan una condena y vuelvan a delinquir no aguardan el juicio en libertad.
Desde Casa Rosada aseguraron que “la idea es eliminar cualquier diferenciación que haya, ante la ley o el Estado”. De momento, no se prevé que el proyecto derogue el matrimonio igualitario ni la ley de aborto.
El presidente de la Nación se reunió con Rodrigo de Loredo y otros diez legisladores que tuvieron un rol clave en blindar los vetos en el Congreso pensando en el 2025.
El diputado Juan Bruggue defendió la labor de los legisladores al manifestar que «se trabajó bien, hay leyes que salieron con amplios consensos, pero después lamentablemente por intereses mezquinos o no sabemos por cual tipo de interés, algún bloque fue funcional a lo que hace el Ejecutivo, de impedir aquellas leyes que no le gustan».
La expulsión de Kueider del Senado reafirma esta iniciativa y apuntan para que la expulsión no sea un punto final.
