El ministro de Defensa, Benny Gantz aseguró que la política de su país “no va a cambiar” y que seguirán “apoyando a Occidente”. Seguirá apoyando a través de la ayuda humanitaria y la entrega de equipamientos defensivos vitales.
Ucrania advirtió este martes que atraviesa una "situación crítica" después de que ataques rusos destruyeran en poco más de una semana el 30 % de las centrales eléctricas del país, dejando sin luz ni agua a más de 1.100 localidades.
El ex presidente y vicepresidente del Consejo de Seguridad ruso, Dimitri Medvedev, manifestó que “ya no hay duda” de que ese país “debe implicarse en este sangriento conflicto”.
Estos ataques se producen una semana después de que Rusia lanzó una masiva salva de misiles que duró dos días y que afectó a localidades en toda Ucrania, provocando cortes de electricidad y agua en todo el país.
En el este del país, milicias ucranianas que pelean junto al Ejército ruso anunciaron la toma de dos localidades a las puertas de una ciudad industrial que Moscú y los separatistas intentan tomar desde agosto.
Se trata de una de las dos líneas del Druzhba, en la que según el ministro de Economía del Estado alemán de Brandeburgo “se produjo una caída de presión” mientras que el operador polaco Pern informó de la despresurización del ducto y que el suministro fue frenado.
Utilizó “armas de largo alcance de alta precisión, desde bases terrestres o marítimas, contra las instalaciones militares y eléctricas”. Habrá cortes de energía “habituales”, debido a la falta de la misma por los ataques de este lunes.
La organización global difundió un informe sobre las perspectivas económicas mundiales en vísperas de la Asamblea Anual del FMI y del Banco Mundial en Washington. Advirtió que “el shock energético, especialmente en Europa, no es un shock transitorio”.
Mientras que el país norteamericano pidió a sus ciudadanos abandonar Ucrania, el gigante asiático clamó por la disminución de la violencia. Los europeos condenaron la ráfaga de bombas lanzadas por Moscú.
El presidente Vladimir Putin anunció los bombardeos después de la destrucción parcial de un puente construido por su país en la península de Crimea. Las ofensivas con armas de “alta precisión” alcanzaron Kiev, la capital de Ucrania.