El ejército israelí anunció que “la artillería de las Fuerzas de Defensa de Israel está atacando objetivos en el Líbano y disparando sobre la zona de lanzamientos como represalia al proyectil lanzado contra territorio israelí.
El Ejército de Israel informó que “en el curso de la operación, decenas de palestinos atacaron violentamente a los soldados, dispararon contra las fuerzas (israelíes) y lanzaron artefactos explosivos contra ellas, poniendo en riesgo su seguridad", y agregó que "soldados replicaron con balas reales".
Este domingo las fuerzas israelíes mataron a tiros a una palestina desarmada y a otra que apuñaló a un policía en Cisjordania, horas después de que palestinos incendiaran un santuario en la región en medio de las tensiones en la región.
Un palestino fue ultimado a balazos en un colectivo en Cisjordania después de haber apuñalado a un israelí. Dos más murieron en un operativo militar que las tropas israelíes hicieron en un campamento de refugiados de Jenín.
Es el tercer ataque de este tipo en una semana y las autoridades israelíes temen que la tensión siga en aumento justo antes del mes sagrado musulmán de Ramadán, que coincide con las festividades judías y cristianas.
Serán interrogados por la Policía bajo sospecha de "asalto, participación en reuniones ilegales y daños a la propiedad por motivos racistas". Según observadores de la ONU, "el Gobierno israelí y el ejército hacen muy poco para reducir esta violencia y proteger a los palestinos".
El Ejército israelí reprimió con disparos y gases una de las manifestaciones, en unos de los ingresos a la localidad de al-Bireh, en Cisjordania, unos 15 kilómetros al norte de Jerusalén. La huelga general se notó en las principales ciudades de Cisjordania, incluidas Naplusa, Ramallah, Jenín y Tulkarem.
El ataque provocó incendios “en los puestos militares y depósitos de armas” que pertenecen a la organización organización islámica musulmana chiita libanesa. Hay pocas precisiones sobre el ataque.
Ocurrió en la parte de Cisjordania ocupada por Israel y según informó el ejército israelí, la víctima salió de un vehículo hacia una parada de colectivos en la que se encontraban soldados y civiles israelíes.
Oficiales de las fuerzas especiales con apoyo militar habían arrestado a una persona en Naplusa y según la policía, cuando éstas “terminaron su operación y abandonaron el lugar, instigadores les lanzaron aparatos explosivos a corta distancia” y por ello respondieron con disparos “y al parecer alcanzaron a uno de ellos”.
Jamil Abu Aysh, de 31 años, murió luego de ser "gravemente herido con munición real en la cabeza" durante enfrentamientos con las fuerzas israelíes en la aldea de Beita, al sur de Nablus, una de las principales ciudades del norte de Cisjordania.
El extensivo sistema de vigilancia que usa el ejército israelí se implementa desde hace dos años bajo el nombre de Blue Wolf. Los soldados reciben la consigna de que “todo el mundo es un enemigo, hay que sospechar”.