Las medidas apuntan a las restricciones comerciales sobre equipo, tecnología y software destinados principalmente a la seguridad de la información y el monitoreo de las telecomunicaciones.
La norma prohíbe a los sistemas de IA involucrarse en cualquier tipo de manipulación cognitivo-conductual y la puntuación social dentro de la UE. También impide su uso para vigilancia policial predictiva basada en perfiles y sistemas que utilizan datos biométricos.
La vocera de Cancillería, Maria Zajarova, afirmó que la “acusación directa a Rusia es autorreveladora” y expuso que “aún no se ha realizado ninguna examinación forense, pero Occidente ya ha sacado conclusiones”.
La primera ministra de Italia subrayó que “finalmente se ha reconocido que la migración es un reto europeo y requiere respuestas europeas y va ganando terreno el enfoque que pretende superar la oposición entre movimientos primarios y secundarios, países de primera llegada y de destino».
Durante su visita a China, Macron hizo hincapié en la “importancia de limitar la dependencia de la UE de EEUU”, para así evitar que el bloque comunitario sea arrastrado como un «vasallo» del país del norte.
