Mientras que en Santa Cruz desde el primer día de abril es legal dispararle a zorros, pumas y guanacos. En Entre Ríos distintas organizaciones se encuentran en alerta permanente por la posible reapertura de los denominados cotos de caza. Se trata de un nuevo capítulo para una polémica que se reedita año tras año en algunas provincias.
Esta actividad tan cuestionada como insostenible, vuelve a estar en boca de todos debido a los nulos controles estatales y la connivencia con distintos sectores de poder. Mientras que el país enfrenta un ecocidio de enormes características, la soberbia y peligrosidad que atraviesa al humano, sigue adelante con la idea de matar por placer, una acción que lejos está de la caza por supervivencia.
Los vocales del Superior Tribunal de Justicia de Entre Ríos confirmaron el fallo del juez Andrés Marfil que anuló la Resolución Nº 1099 de la Dirección de Recursos Naturales que habilitaba la caza de cinco especies de aves autóctonas. Un paso importante para entender que la caza no es deporte y la muerte no es turismo.
