Por Alejandro Maidana

En el sur del país, la autoridad del Consejo Agrario de la provincia de Santa Cruz dictaminó que solo se permitirá matar un puma y un zorro colorado por semana y por persona. En el caso de guanacos se podrán ejecutar dos animales por día, mediante el uso de toda una gama de armas convencionales y no convencionales. Una resolución tan deleznable como indigerible en los tiempos que corren.

En 2022 la Dirección de Recursos Naturales de la provincia de Entre Ríos, luego de dos años en que las temporadas de caza no se habilitaran en dicha provincia debido a la pandemia, vuelve a permitir en temporada la caza de cinco especies de aves autóctonas en distintos puntos de la provincia de Entre Ríos. Cabe aclarar en este sentido que la Dirección de Recursos Naturales, que es el organismo de aplicación en este caso, tiene la potestad de habilitar durante la temporada, que son tres meses, la temporada de caza que se dice, habilitar esta temporada con algunas pocas especies, o sea habilitarla para la caza de algunas pocas especies.

Todos los años, desde CEYDAS (Centro para el Estudio y Defensa de las Aves Silvestres) y RACTES (Red Argentina Contra el Tráfico de Especies Silvestres) y que ha contado en los últimos días con el apoyo y adhesión de Guardafaunas de Santa Fe, relanzan una campaña que busca concientizar sobre la importancia de ponerle fin a la caza furtiva de la fauna autóctona de la provincia de Entre Ríos. La acción sistemática de estas organizaciones, se debe a que año tras año el gobierno de la provincia litoraleña habilita la caza de algunas especies particulares.

Los denominados cotos de caza, no son otra cosa que burdos lugares de matanza de animales, es así de simple, allí se matan cientos de miles de ejemplares. Otra de las cuestiones muy pero muy graves, que implica la instalación de estos establecimientos habilitados por los gobiernos, tiene que ver con la contaminación por plomo de los perdigones de las escopetas, ya que cada cartucho de escopeta tiene cientos de perdigones de plomo que se dispersan en el ambiente.

La evidencia científica es contundente al momento de analizar el impacto ambiental del plomo en agua y tierra. Allí, distintos estudios que se han realizado en la provincia de Santa Fe, más precisamente en cotos de caza, se ha encontrado plomo hasta en el propio grano del arroz, esto es de una gravedad inconmensurable, ya que el plomo provoca una enfermedad que se llama plumbismo y que afecta el sistema nervioso.

En Entre Ríos la temporada habilitada comienza en el mes de mayo, por eso mismo, y con el estoicismo y conciencia que los caracteriza, aquellos que no dudan en definir como “nefasta” a esta anacrónica realidad, vuelven a manifestar su enérgico repudio. “En lo particular consideramos que este año desde el estado provincial volverán a habilitar la caza pese a la existencia de contundentes antecedentes legales en su contra, ya que en 2022 y 2023 la resolución que habilito la temporada de caza en Entre Ríos fue atacada por un recurso de amparo que presentamos desde varias organizaciones ambientalistas y animalistas de la provincia”, indicó Gabriel Bonomi integrante de CEYDAS (Centro para el Estudio y Defensa de las Aves Silvestres) en dialogo con Conclusión.

En 2022 un juez anuló la mencionada resolución, declarándola inconstitucional. Esto marcó un hito en la historia, incluso del derecho argentino, porque nunca en la historia de nuestro país había sido cortada una temporada de caza. Nunca se había dado marcha atrás con una temporada de caza, y por primera vez también en la historia del derecho argentino, se declaró a animales silvestres como seres sintientes. Esto implicó un gran triunfo para la conservación, no solo en Entre Ríos, sino a nivel nacional.

Cuando se hace referencia a la caza y la prohibición de la misma por violatoria de tratados tanto nacionales como internacionales, se está hablando de los denominados cotos de caza. “Es menester resaltar este punto ya que se trata de lugares que traen e invitan a cazadores extranjeros para que estos se diviertan matando nuestra fauna autóctona por una muy buena suma de dinero que no se distribuye en la sociedad, pero si en los bolsillos de unos pocos. Los únicos beneficiados son los dueños de estos cotos y los propietarios de las estancias donde se encuentran los mismos”.

A la matanza de miles de ejemplares de patos, palomas e inambúes, mal llamada perdiz, aparece con contundencia la contaminación plomo. “Este es un material tóxico y altamente contaminante del suelo, agua, plantas, animales y a los cultivos que nosotros consumimos. Un caso testigo es el del arroz, ya que muchos de estos cotos de caza se encuentran en arroceras. Un estudio impulsado por la IARC que es la Agencia Internacional de Investigación sobre Cáncer, el plomo es un elemento altamente tóxico, contaminante y probablemente cancerígeno, ya que afecta incluso nuestro nivel celular. Por ello hacemos referencia de una actividad no solo nociva para el ambiente, sino para la salud de la población. Seguimos adelante y sin dar un paso atrás para que esta actividad no se practique en la provincia de Entre Ríos”.

Cabe destacar que fue la Justicia entrerriana la que derogó las resoluciones que habilitaban la caza de animales autóctonos en 2022 y 2023 y las declaró inconstitucionales y violatorias de tratados internacionales (Acuerdo de Escazú y el Convenio de Diversidad Biológica, a los que Argentina adhiere por Ley). Un precedente que debería extenderse a lo largo y ancho del país.