La conclusión a la que arribó el servicio científico de la casa de las leyes del paíes europeo habla de que “podría ser entendida como una injerencia en asuntos internos de otro país.
Aún no se ha identificado a los responsables de esta difusión, de una amplitud sin precedentes en el mundo político alemán e incluyó hasta a la canciller Angela Merkel. Sin embargo desde el gobierno alemán afirmaron que no se reveló «ningún dato sensible» de la cancillería.
Este domingo Berlín amaneció dividida. Por un lado unos 5.000 militantes del partido de ultraderecha Alternativa para Alemania (AfD) salieron a marchar en contra de la política de refugiados de la canciller Angela Merkel y del islam; pero en rechazo a ellos, más de 25.000 personas salieron a las calles bajo el lema «No al odio».
El país germano avanzó hacia la legalización. La histórica decisión tuvo 393 votos a favor y 226 en contra sobre un total de 623. La canciller alemana, Angela Merkel, votó en contra.
Así lo afirmó en su primer discurso tras anunciar que se presentará a una tercera reelección como canciller de Alemania resaltó el compromiso de su país con el libre comercio y la economía social de mercado.
