Algunos países que integran la Unión Europea buscan sellar un acuerdo comercial con el Mercosur. La situación preocupa a productores del viejo continente, que advirtieron por una competencia desleal dado que sobre ellos rigen varias normas sanitarias y medioambientales que alteran los precios y los procesos.
La protesta de los martes en Aurillac, en el sur de Francia, fue el comienzo de una nueva ola que se espera se extienda entre la comunidad agrícola europea en medio de la preocupación de que el acuerdo podría finalizar en la cumbre del G20 en Brasil el 18-19 de noviembre.
El sindicato de línea dura Coordinación Rural, promotor de la acción que comenzó de madrugada, dijo en la red social X que tomaban «simbólica y pacíficamente» el popular monumento para «salvar la agricultura francesa».
Miles de agricultores bloquearon un paso fronterizo entre Polonia y Alemania, arrojaron botellas a la policía en Bruselas y coparon las calles de Madrid para dejar sus reclamos y reivindicaciones en las oficinas del Parlamento Europeo.
Este sábado arrancó la exposición en donde se hizo presente el presidente francés para reunirse con los sindicatos agrícolas. Se registraron violentos enfrentamientos y hubo detenidos.
