Una espectadora de 23 años murió este viernes último de un paro cardíaco provocado por la deshidratación y el alto calor durante el recital que la cantante estadounidense Taylor Swift ofreció en Río de Janeiro, su primera escala de la gira por Brasil.

El hecho está siendo investigado y se ordenaron medidas para evitar otras tragedias en medio de la ola de calor que atraviesa al país, como la entrega gratuita de agua en shows.

Ana Clara Benevides, estudiante de Psicología de Mato Grosso do Sul, se descompuso a causa del calor después de haber pasado varias horas frente a las vallas divisorias que separan el campo de juego del estadio Engenhão Nilton Santos, en una jornada de 39 grados y una sensación térmica en el barrio de Meier, zona norte de Río, que llegó a los 60 grados, en el marco de una ola de calor extremo que se registra en Brasil.

El caso conmocionó a Brasil y a la propia cantante, que expresó las condolencias en las redes sociales, al punto que debió intervenir el gobierno del presidente, Luiz Inácio Lula da Silva, para que en los shows sea permitido ingresar con botellas de agua y evitar otras tragedias causadas por los fenómenos climáticos extremos.

El ministro de Justicia, Flávio Dino, anunció la apertura de una investigación contra la empresa T4f, productora del evento, debido a que se le prohibió al público ingresar con botellas de agua al show pese al calor extremo que puso en alerta a 14 estados del país.

El ministro firmó una resolución para permitir que botellas de agua puedan ser ingresadas en todos los shows de Brasil, orientando a los organizadores a proveer líquido en forma gratuita para los espectadores.

«La Secretaría Nacional del Consumidor tomará las medidas necesarias para la fiscalización, con la colaboración de estados y municipios, así como la actuación de la policía, en caso de necesidad», dijo.

Según testigos, Benevides se descompuso y se desmayó en la segunda canción del show,

La empresa Tickets For Fun (T4F), organizadora del evento, dijo que la joven fue asistida inmediatamente por paramédicos, que la llevaron al Hospital Salgado Filho, donde falleció después de una hora de intento de reanimación.

El diario Folha de São Paulo dio a conocer relatos de espectadoras en el campo de juego que pedían a los gritos agua o sal debido a que muchas estaban sufriendo de baja presión.

La muerte se conoció en horas de la mañana de este sábado, después del primer show del «The Eras Tour» en Brasil, en el cual la propia Taylor Swift se quejó del calor y pidió que le dieran agua a los espectadores.

Cuando despertó, la cantante se encontró con la noticia del fallecimiento de la joven de Mato Grosso do Sul, que había viajado con amigas y que hizo filas por horas para poder llegar lo más cerca posible del escenario.

Asimismo, la cantante confirmó la muerte de una seguidora por las redes sociales.

«No puedo creer que estoy escribiendo estas palabras, pero con el corazón partido les digo que perdimos una fan esta noche», afirmó la cantante en un texto escrito a mano publicado en sus redes sociales.

En otro fragmento del mensaje, Swift remarcó: «Me siento abrumada por el dolor» y no dudó en solidarizarse con el entorno de la joven.

Más de 1.000 personas sufrieron desmayos y debieron ser atendidas antes y durante el show a raíz del calor y deshidratación.

Dentro del estadio Nilton Santos, en el barrio de Meier, zona norte de Río de Janeiro, los vasos de agua que se vendían costaban el equivalente a dos dólares y se agotaron rápidamente.

Pero la empresa organizadora también fue acusada de no dar la atención adecuada a los desmayados.

En ese sentido, la influencer Bel Rodrigues, famosa en el estado de Santa Catarina, narró en Instagram que cuando fue atendida por presión baja al borde del desmayo en el puesto médico le dieron remedios contra la ansiedad como Rivotril.

Brasil se encuentra bajo una ola de calor extremo en 14 estados del sudeste y centro oeste provocado por los efectos de la corriente El Niño, y a la vez existen incendios forestales en el Pantanal, estado de Mato Grosso y Mato Grosso do Sul, cuyo humo y cenizas ha llegado a Paraguay, Bolivia y norte de Argentina.

Este sábado, Río de Janeiro tuvo una temperatura de 41 grados a las 9 de la mañana y en San Pablo se han suspendido 55 eventos al aire libre a raíz de que se espera un ciclón extratropical con vientos de más de 130 kilómetros por hora.

Este avance de un frente frío del sur del país hará caer las temperaturas en Río de Janeiro y San Pablo, pero puede estar acompañado por destrozos provocados por los fuertes vientos, informó la Defensa Civil.

La ola de calor de noviembre fue cinco grados más que el promedio histórico para el mes, lo cual ha provocado grandes trastornos en el día a día de más de 2.700 ciudades donde viven 115 millones de personas, más de la mitad de la población del país.

A raíz de lo sucedido, entre las medidas a adoptar se mencionan: anticipar el ingreso una hora y ocupar el anillo de circulación para mantener al público alejado del sol, nuevos puntos de distribución de agua; aumento del número de brigadistas y aumento de ambulancias.