Jóvenes Pordioseros llega a Rosario: “Hubo un discurso equivocado de los músicos en los 90’”

Por Santiago Fraga

“Pueden pasarme mil cosas, pero yo sigo igual”; la frase que desde 2004 quedara inmortalizada en Descontrolado, uno de los últimos grandes hits del rock nacional, con el correr de los años continúa cobrando vigencia y definiendo perfectamente a sus autores.

Con una separación de por medio, Jóvenes Pordioseros sigue rockeando por Argentina y este sábado llegará por única vez a Rosario, con un show a las 21.30 en Pugliese. Con nueva formación, la banda de Villa Lugano liderada por Cristian ‘Toti’ Iglesias continúa con la gira presentación de Pánico, el último material discográfico de la banda.

Conclusión dialogó en la previa del evento con Gustavo ‘Zorro’ Cejas, tecladista del grupo, quien comentó sus sensaciones sobre la gira; el espíritu de Jóvenes Pordioseros “que se mantiene y supera todo tipo de cambios”; su admiración por Toti; el rock and roll en la actualidad y el “discurso equivocado” de los músicos de rock de los 90’, en relación a la entonces más común rivalidad entre bandas. «Este país es muy rocanrolero», aseguró además.

Cejas comenzó a trabajar musicalmente con Iglesias en 2007, en la creación de Hijos  del Oeste, y luego fue uno de los primeros en integrar la actual segunda etapa de Jóvenes Pordioseros, con quienes ya grabó dos discos (Abstinencia y  Pánico).

En relación al discurso equivocado, ‘Zorro’ aseguró que las bandas actuales tienen otra mentalidad, ya que antes “era como que si escuchabas una cosa no podías escuchar la otra”, lo que generaba una situación de violencia que a veces partía desde ese propio discurso de los músicos. “En un momento se nos escapó un poco eso, pero como que ya todos crecimos y nos dimos cuenta que formamos parte de lo mismo, del movimiento del rock, y que tenemos que cuidarnos un poco más”, agregó.

Finalmente, dio detalles sobre un futuro disco de Jóvenes Pordioseros, y contó respecto al armado de sus recitales: “Tocamos sin lista de temas. Dos shows nuestros no son dos shows iguales. Tenemos ya un set de 50 temas y vamos definiendo de acuerdo al clima que hay esa noche”.

— ¿Qué es un poco lo que vamos a ver este sábado?

— Nosotros seguimos en la gira presentación de Pánico, pero siempre repasamos toda la discografía de Jóvenes (Pordioseros) y tocamos algunos temas de Hijos del Oeste. No tenemos una lista estándar y tocamos sin lista de temas. Dos shows nuestros no son dos shows iguales. Tenemos ya un set de 50 temas y ahí con Toti (Cristian Iglesias) vamos definiendo de acuerdo al clima que hay esa noche ya sea tanto la duración del show, que siempre está por arriba de las dos horas, como la lista de temas. En realidad, es también porque no tenemos la posibilidad de viajar a las ciudades muchas veces por año (de hecho Rosario en lo que va de este año es la única vez que visitamos) y queremos que la gente escuche todos los temas y todo lo que tengan ganas de escuchar. También estamos empezando ya con algunos temas nuevos, que también pueden llegar a estar en la lista de lo que podría llegar a ser un disco nuevo de Jóvenes Pordioseros.

— ¿Por el momento es sólo una idea el disco o ya está en camino la producción?

— Nosotros componemos todo el tiempo, por lo cual temas nuevos ya hay. También, como por suerte tenemos la posibilidad de viajar todos los fines de semana a distintos lugares, pasamos muchas horas juntos y a veces en los hoteles o en los viajes, en los micros, incluso hasta en las pruebas de sonido, ya vamos armando los temas de los que van a ser parte del próximo disco que seguro vamos a hacer con Jóvenes.

— Últimamente han sufrido el hecho de tener que reemplazar a Juanjo Gaspari (NdR: el guitarrista se fue a Salta La Banca) con la llegada de Germán Drago. ¿Pudieron sobrellevar fácilmente la adaptación?

— Se siente obviamente porque es un cambio de músico, pero hay como un espíritu de Jóvenes Pordioseros que se mantiene y supera todo ese tipo de cambios. Nosotros en general, ya sea tanto para los músicos como incluso también para la técnica o lo que fuere, trabajamos con gente que ya conocemos y que conoce la dinámica de la banda. Cuando tengo las oportunidades de revisar todos los años que estoy con Toti hay todo como una cuestión que unifica todos los tiempos de Jóvenes Pordioseros, que obviamente es todo alrededor de él. Ya incluso en Hijos del Oeste el espíritu de Jóvenes Pordioseros siempre existió. Por eso, cuando tocan estas situaciones que no son esperadas claramente, hay como un hilo conductor entre la gente que entra en el que ya conocen también el espíritu de la banda. No es una situación simple, pero tampoco es tan traumática, porque no es que salimos a audicionar 100 músicos que no conocemos y de repente empezamos a trabajar con alguien que es totalmente desconocido. Tiene algunas dificultades obviamente, porque de repente hay que empezar a ensayar un montón de canciones, pero no es tanto y de hecho Germán aprendió rápidamente 50 canciones y en un par de semanas ya salimos otra vez al ruedo.

— Cuando vos entraste, ¿Te sentías identificado ya con ese espíritu?

— Si, es como te decía. Yo no había trabajado musicalmente con Toti pero si nos conocíamos desde lo personal, de habernos cruzado y de cómo pensábamos. Es un líder muy inteligente, también conoce a la gente bastante rápido y a mí no me llamaron para una prueba sino que fue ya para convocarme si quería ser parte del proyecto. No hubo muchas pruebas; cuando Toti cree que puede ser, no suele fallar. Es como una dinámica que él ya conoce y que ya sabe las piezas que tiene que incorporar. Es admirable. Yo lo admiro, hace muchos años que lo conozco y la verdad que siento como una profunda admiración por esa habilidad que no muchos tienen.

— ¿Cómo describirías a Toti después de todos los años de trabajo?

— Toti es un tipo muy intuitivo. Tiene una visión diferente en general de lo que uno veía. Por ahí hay cuestiones a veces o decisiones en lo musical, o de cómo manejar la banda, que él sabe que funcionan. Capaz en algunos casos no te las puede explicar, pero el correr del tiempo y de los años le terminan dando la razón. Al igual que con el armado de las canciones también. Nosotros intentamos armar todo como un entorno para que él se pueda mover libremente y facilitarle en nuestro caso las cuestiones musicales, entonces trabajamos mucho en base a su intuición también, que… bueno, hay toda una carrera de Jóvenes Pordioseros que lo demuestra y una cantidad de discos y canciones que están buenísimos. A mí en particular me sorprende ir a lugares, recorrer mucho el país, y que haya muchas canciones de Toti que las cante todo el mundo. Es una banda muy federal viste.

— Con la cantidad de años que tiene la banda, y habiendo subsistido a pesar de los cambios, ¿Cómo está la energía en el grupo? ¿Se ilusionan con un durar tanto como los Rolling?

— Yo siempre digo que hay un espíritu de Jóvenes Pordioseros que supera a los músicos que formamos parte en cada una de las etapas. Obviamente que es Toti el que tiene ese espíritu y que lo carga en los hombros. Nosotros ahora estamos en una etapa desde lo musical y lo personal muy buena. Desde que estoy yo, a mi entender, la mejor. Tenemos muchas ganas y tenemos muchas intenciones de seguir durante mucho tiempo. Ninguno de nosotros concibe su vida sin tocar, sin salir a la ruta; pasan un par de fines de semanas en que no nos vamos de viaje y la verdad que nos extrañamos. Nos gusta estar juntos, nos gusta tocar, y a veces si bien los viajes son muy duros porque son muchísimas horas arriba del micro la verdad que es lo que nos gusta hacer: recorrer el país y tocar rock. Aparte, también nos sentimos muy agradecidos de tener esa oportunidad, porque tal vez hay muchas bandas que no lo pueden hacer y nosotros somos bastante bendecidos y agradecidos por la gente, porque si no fuera por ellos tampoco podríamos viajar ni nos llamarían de muchos lugares.

— Jóvenes surgió en 1993, principios de los 90’. ¿Cómo sentís la adaptación a esta época de la música, donde hay un concepto distinto más que nada en la difusión? ¿Son abiertos a los cambios?

— Yo creo que hubo desde hace algunos años atrás como un cierto alejamiento de lo que tiene que ver con el rock and roll como el que hacíamos nosotros, con ese estilo que es muy de los 90’ tal vez. También hubo en el medio varias bandas que siguieron manteniendo la bandera del rock and roll y hoy están posicionados bastante bien, como te puedo decir el caso de Guasones,  y últimamente también empiezo a notar que hay muchas bandas nuevas que están tocando. Nosotros por lo mucho que viajamos a veces tenemos oportunidad de ver algunas o que nos alcancen discos y poder escuchar, y ves que el rock and roll pasa por etapas, es como una sinusoide que sube y que baja pero no desaparece, este país es muy rocanrolero. Hoy en las radios está buenísimo que tengan lugar para otros estilos, pero creo que se equilibró un poco lo que tiene que ver con la distribución y la difusión de las bandas. Hoy por ahí se escuchan en algunas radios una banda de rocanrol clásico y después en el setlist viene una banda de hip hop o de reggae, también en los festivales está abierto e incluso también las bandas de rock nos estamos abriendo un poco más; nosotros tenemos algún tema medio así con un formato de hip hop. Años atrás hubo más de eso de que el rocanrol no tenía lugar. Yo creo que lentamente y nuevamente estamos recuperando un lugar.

— Hay un nuevo concepto de lo que es el rock barrial. No es el mismo el de los 90’ que el de ahora.

Claro, y aparte los chicos como que tienen otra cabeza. Antes era como que si escuchabas una cosa no podías escuchar la otra y eso también a veces generaba una situación de violencia que no está buena. También en algún momento hubo un discurso equivocado de parte de los músicos, pero me parece que todo eso ya lo superamos por suerte y eso sirve para que el movimiento del rock esté más fuerte. En general todos somos parte de ese movimiento (más allá de un estilo) que está por encima de todos nosotros y tenemos que cuidarlo. Ahora estamos en un buen momento; si bien cuesta mucho tocar hay muchos eventos que son muy convocantes, eventos de rock, y eso está buenísimo. Me encanta que haya bandas de rock que llenen estadios.

— ¿Con lo del discurso equivocado te referís a la rivalidad?

— Claro, viste que había un discurso de rivalidad. También en un momento a los músicos se nos escapó un poco eso, hace varios años atrás. Y después ya como que todos crecimos y nos dimos cuenta que formamos parte de lo mismo, del movimiento del rock, y que tenemos que cuidarnos un poco más. Nosotros lo entendemos por ese lado, esa cosa ya no nos gusta. De hecho en nuestro disco vino Facu Soto, en discos anteriores de Hijos estuvo Manu Quieto, que en general son amigos y somos parte de esto, es nuestra carrera.