Ayer por la tarde el periodista Jorge Lafauci presentó su libro «Un siglo de secretos en el espectáculo»en el Bar El Cairo. Acompañado por los periodistas Pedro Squillaci del diario La Capital, Carlos Bermejo de Magazine y Juan Junco de Canal 3, Lafauci comentó sus inspiraciones para escribir el libro.

Destacó a Alfredo Alcón como la gran figura del espectáculo argentino, pero antes de su disertación dialogó con Conclusión.

—¿Cómo nació la idea de hacer este libro?

—Yo siempre quería escribir algo sobre mi experiencia en el espectáculo. Pero me llamó una persona vinculada a la editorial Planeta para que hable sobre mis andanzas periodísticas. Después tuve otra reunión en la que la directiva me pidió que haga un repaso por las figuras más destacadas de la década del 60, 70 y 80, inclusive las que no estaban. Pensé que eso era escueto para mi porque yo me se toda la historia del cine argentino.  Entonces se me ocurrió mezclar mi vida periodística con la historia del país, el libro habla desde principios de siglo hasta el 2000.

—Desde los grandes inicios…

—Y voy desde el circo criollo de los hermanos Podestá, Carlos Gardel, que fue la figura cumbre de esa primera época; conté sobre los primeros teatros, el cine mudo, la política, el rol de la mujer y las visitas famosas. Yo nací en la década del cuarenta, entonces tomé todo lo de la década anterior por lo que me contó  la cantante Tania, que fue la viuda de Discépolo. Me contó sobre las cabareteras de entonces y conté la historia que todas hacían en el cementerio de la Chacarita para que el compositor Francisco Canaro dejara a su esposa para que se ponga en pareja con Ada Falcón.

—Otra de las grandes estrellas fue Eva Duarte.

— Por supuesto Eva Duarte compartió con toda esa historia aquellos años. Tuvo gente en contra como Libertad Lamarque y gente a favor como Mirtha Legrand. Hay fotos donde Mirtha le lleva fotos a su tumba. Fue un personaje muy central en el siglo XX, una de las grandes figuras. Su hermano, Juan Duarte, fue un pillo porque andaba en amoríos con estrellas de la época. Fue amante simultáneo de Fanny Navarro y Elina Colomer, pero quien quedó fue Eva. Pero una de las grandes figuras fue Tita Merello, hay fotos juntas.

—Y Tita fue prohibida también.

—Hubo varias figuras que no compartían la filosofía del justicialismo y se fueron del país. Antes no era forzado, salvo la escena de la cachetada que le dio Libertad a Eva, le pasó lo mismo a Niní Marshall. A Eva le contaban que Niní Marshall la imitaba en fiestas privadas y le costó también irse a México. También se fueron muchos otros, pero cuando cayó el peronismo también cayeron otros como Tita, Hugo del Carril dos veces estuvo preso, a Fanny Navarro le destruyeron la carrera y murió joven. Así pasó con muchos.

—Pasando a otro tema ¿Cuándo nació la revista porteña?

—Arranca a comienzos de siglo con una adaptación del sainete español más el burlesque francés. En los años ’20 llega una compañía muy conocida que se llamaba «Bataclan», donde eran todas chicas muy pulposas que bailaban y después queda el nombre acá. El Bataclan era un cabaret de ínfima categoría donde empieza su carrera Tita Merello.

—De ahí sale el mote de «Bataclana»

—Al capítulo que le dedico a Tita es ese precisamente y a partir de eso empiezan a salir las revistas y se crea una nueva moda, que fueron a los grandes bailes de las revistas francesas se le agregaron los sketches y monólogos de los cómicos. Ahora no podrían existir porque de dicen groserías de los cómicos a las vedettes. La que pudo revertir eso fue Nélida Lobato.

—¿Y de todas esas figuras cuál o cuáles fueron las más importantes?

—En realidad son todas porque es mi vida y aparte soy un bicho de cine. Me sabía todos los nombres de la estrellas de Hollywood a los 10 años. Para mí conocer a grandes figuras fue muy importante… tengo a muchas, pero si me das a elegir son Alfredo Alcón, Tita Merello, Isabel Sarli, Susana Giménez, Alejandro Romay, María Elena Walsh, Leonardo Favio, Mirtha Legrand. Imagínese son cien años.