El 1° de febrero de 1978 muere arrollado por una camioneta en la ciudad bonaerense de Benavídez el cantante Jorge Cafrune, una de las grandes figuras del folclore y la cultura argentina.

El músico jujeño había decidido homenajear a José de San Martín en el año del Bicentenario del nacimiento del Libertador. Comenzó un viaje a caballo desde Plaza de Mayo hasta Yapeyú, ciudad natal de San Martín, en Corrientes.

Apenas había comenzado su travesía fue embestido por una camioneta a la altura de Benavídez. Al momento de su muerte era uno de los folkloristas más exitosos del país.

La camioneta era conducida por el joven Héctor Díaz y se sospechó que fue un asesinato ordenado por la última dictadura cívico militar, pero el hecho nunca fue investigado.

Habría sido el teniente 1° Carlos Enrique Villanueva quien dispuso la muerte del cantor, después de que violara la censura durante la edición de ese año (1978) del festival Nacional de Folklore de Cosquín. “Cafrune es más peligroso con sus palabras y sus canciones que un ejército con sus armas. Hay que darle un escarmiento. A este tipo hay que matarlo”, cuentan que había dicho Villanueva.

Según algunos, haber cantado “Zamba de mi esperanza”, la canción que había convertido en “hit” en sus inicios y de la mano de la cual amplificó su popularidad dictaminó su sentencia. “Si mi pueblo me la pide, la voy a cantar”, había respondido cuando le advirtieron que era conveniente que respetara las “reglas”.

Cafrune se definía a sí mismo, simplemente, como “cantor y guitarrero”.