Esquivando Éxitos, teatro sin red

Por Santiago Fraga

La improvisación puede ser un elemento más a dominar dentro de una obra teatral. En el caso de Esquivando Éxitos, es el eje de su presentación. Sobre las tablas el grupo escenifica distintas situaciones con total espontaneidad, con la colaboración del público que facilita diferentes disparadores.

El grupo teatral se presentará este sábado desde las 21 en Fauna (Tucumán 1016). Antes, Sol Bongarzone y Emanuel Rivas, dos de sus integrantes, dialogaron con Conclusión.

– ¿Cómo es preparar un show que no se puede preparar previamente?

Emanuel – Lo que hacemos es trabajar la relación entre nosotros y nosotras. La conexión, el ritmo. Puede que algo sea muy largo y tengas necesidad de cortarlo, entonces, si bien no sabemos qué va a suceder en escena, que tengan un tiempo tolerable para el ámbito del humor.

– ¿Cómo les piden las consignas al público?

Sol – Antes de que empiece el show les damos unas tarjetas donde les sugerimos que vayan pensando una palabra, un título, les damos opciones de género para que vayan eligiendo, opciones de idiomas, cosas que vamos a necesitar a lo largo del show. Después, a viva voz les pedimos “a ver, un género”, y el que se anima levanta la mano y nos comparte.

Emanuel – También hay un refuerzo. Mucha gente se anima a participar, que es lo que mejor sale, y están los más tímidos que eligen poner una tarjetita. Les pedimos cualquier palabra, títulos, lugares, la gente participa, a veces con un humor muy bueno y a veces con un tono de maldad, de probar, nos ha pasado. También ese es un poquito el juego.

– ¿Les pasó alguna vez que algo los haya descolocado?

S – En el último show.

E – Dos veces. Los del fondo (típica, como en la escuela) eran amigos del barman, estaban medio tomados y tiraban fantasías, palabras muy raras. Ahí en escena me di vuelta y busqué “qué es eso” y con eso salimos a hacer la escena. Me dijeron “una luz que va arriba” y listo, ahí se hace, se arma y se trata de llevar para el lado del humor.

S – Lo bueno es que somos ocho y que siempre alguno sabe lo que es.

– ¿Cuándo se formó el grupo?

S – Hace dos años. Nos conocimos de un taller de impro que hicimos varios, juntos, y ahí pensamos en que estaría bueno hacer nuestro propio formato.

– ¿Y no sintieron pánico a la hora de subirse por primera vez?

S – Sí, y creo que nos sigue pasando porque dentro de todo seguimos siendo un grupo bastante nuevo. Más en esto que es impredecible, y por más que uno tiene un recorrido, siempre es como la primera vez.

E – Fue mucho más lo previo también. Estar listos para salir. Ahora cambió un poco, sabemos a qué nos enfrentamos. Para mí la previa fue muy larga para salir, pensar mucho, a ver qué nos tiran, si va gente, cuánta gente va, si entienden la onda…