Este miércoles se conmemora el 76° aniversario del nacimiento del baterista Oscar Moro, músico rosarino que pertenece al selecto grupo de excepciones que pudieron darse el lujo de tocar en bandas tan importantes como consagradas:

Los Gatos, la banda de Litto Nebbia solista, Color Humano, Billy Bond, León Gieco, Pastoral, Porsuigieco, Sui Generis, La Máquina de Hacer Pájaros, Serú Girán, Riff, Beto Satragni, Charly García, Alejandro Lerner, David Lebón, Miguel Cantilo, Nito Mestre y muchos más…

Con Los Gatos grabó en 1967 los dos temas de rock en español para el sello RCA: «Ayer nomás» y «La balsa» que fueron lanzados en un simple y se convirtió en un éxito masivo e impensado entre la juventud, vendiendo 250.000 placas y convirtiendo a «La balsa» el tema del verano 1967/1968.  Con Los Gatos grabó  5 discos entre el 1967 y 1970, compartiendo formación con Lito Nebbia, Kay Galiffi, y Alfredo Toth. 

Con Serú Girán editó los discos «Serú Girán» (1978), «Grasa de las capitales» (1979), «Bicicleta» (1980), «Peperina» (1981) y «No llores por mí, Argentina» (1982), este último grabado del 5 al 7 de marzo en el estadio Obras. En el regreso de Serú Girán participó en los discos «Serú 92» (1992), presentado en dos conciertos en Córdoba y Rosario, y otros dos en el estadio River Plate, que convocaron unas 110 mil personas.

En 1983 grabó un disco junto al bajista Alberto «Beto» Satragni (Moro-Satragni-1983), con composiciones de ambos. Moro contó allí con la colaboración de otros músicos como Luis Alberto Spinetta, García, Lebón, Gustavo Bazterrica, Diego Rappoport, Leo Sujatovich y Lito Epumer.

En 1985 formó parte de Riff con el que grabó junto a Pappo, JAF y Vitico el emblemático disco RIFF VII, en los que fue co-autor de clásicos como “La espada sagrada”, “Dios devorador”, y “Ojo animal”, entre otras canciones.

A fines de los 90 y comienzos de este milenio continuó con su trabajo de músico sesionista.

Una placa con un palillo lo recuerda en la esquinade Rioja y Buenos Aires del tradicional bar «La Buena Medida», en cuyo primer piso vivió desde que nació y pasó los primeros años de su infancia hasta su adolescencia.

Cerca de 50 discos grabados y el título de «mejor baterista» de toda una generación ganado a pura potencia y fineza en sus palillos.