Por Enrique Genovar

Eduardo Coudet y sus jugadores saben cómo ganar el Clásico ante Newell’s. Es que no poner en práctica la receta que utilizó en el último duelo sería ir en contra de lo que le conviene. Central debe ser paciente, esperar que los minutos pasen (controlando la pelota) asoma como el camino indicado.

La última vez que se enfrentaron pasó eso. El rival se dedicó a romper cualquier sociedad de generación de fútbol que pudiera armar el Canalla. Pero sólo pudo, por cuestión de jerarquía, hacerlo en el primer tiempo. Ya que en el complemento hubo un solo equipo en la cancha y la diferencia no fue más allá del 2 a 0 porque los palos y Unsain se lo impidieron.

El rival por la racha adversa que lleva en sus espaldas y porque juega ante su gente cargará con la presión. Por eso Central deberá ser paciente en los primero minutos para controlar el juego y luego lastimar. El equipo de Coudet hoy es superior a la Lepra y este presente le permitirá manejar las acciones del partido.

Claro que, al igual que Newell’s, también estará obligado. Pero la diferencia en la actualidad es notoria.

En un Clásico se pone en juego el honor, pero además el Canalla pondrá sobre el campo de juego el campeonato. Ya que si no suma de a tres se despedirá de toda chance de llegar a la final por la gloria.
Central tiene con qué y debe ponerlo en práctica. El presente lo pone varios escalones por encima de su eterno rival. Claro que para quedarse con un nuevo duelo rosarino no deberá apartarse ni un apéndice de su libreto. Aquel que lo llevó a convertirse en el último tiempo en el dueño de la ciudad. Pero que en el Parque tendrá que revalidar ese liderazgo. Central sabe cómo ganarlo, ahora depende de sí para volver a festejar y seguir hacia el objetivo de máxima que es nada más y nada menos que dar una vuelta olímpica después de mucho tiempo.