Michel Platini perdió definitivamente su batalla: anunció su dimisión este lunes como presidente de la Uefa poco después de que el Tribunal Arbitral del Deporte (TAS) frenara en seco su carrera como dirigente del fútbol al mantener la suspensión que había dictado contra él la Fifa y únicamente reducirla de seis a cuatro años.

Como consecuencia inmediata de esta decisión de la más alta jurisdicción deportiva, con sede en Lausana, el ex futbolista francés anunció su salida del sillón presidencial del fútbol europeo, pero apuntó que continuará ahora su «combate» ante los tribunales suizos, denunciando ser víctima de «una profunda injusticia».

El TAS era la gran esperanza para Platini de limpiar su nombre, manchado por un polémico cobro de 1,8 millones de euros de manos de la Fifa en 2011, y poder presidir, como responsable de la Uefa, la Eurocopa que acogerá su país, Francia, del 10 de junio al 10 de julio.

Pero esa posibilidad se evaporó definitivamente este lunes con la confirmación de la caída de Platini, que ya había tenido que renunciar a la carrera para presidir la Fifa, dejando vía libre a su entonces número 2, Gianni Infantino, que a finales de febrero fue elegido como nuevo presidente de la Federación Internacional.

Platini no pudo evitar subrayar que la duración de su suspensión le impide «de facto y, como por azar, optar a la próxima elección de presidente de la FIFA» en 2019.