Por Enrique Genovar

Superior en todo momento. Sabiendo a qué jugar y cómo. Central fue superior a su Clásico rival y festejó de manera merecida. El entrenador acertó en todo lo planeado y en el equipo no hubo puntos bajos. El Canalla lo ganó con juego y con actitud. Características necesarias para quedarse con un partido de este calibre.

En todo momento supo cómo debía jugar y lo hizo. Además desnudó las falencias del rival y las aprovechó a la perfección.

Pero sin dudas lo importante del triunfo es para ratificar el buen camino que se trazó de la llegada de Paolo Montero. El entrenador, con dudas al comienzo tras flojos resultados en los amistosos de pretemporada, tuvo la virtud de insertar su idea rápidamente y a fuerza de resultados hizo un equipo sólido.

Central hoy está en zona de Copa Sudamericana cuando al comienzo de este año eso sonaba como utópico. El Canalla es extremadamente efectivo y cuenta con líderes naturales a los que el entrenador uruguayo supo cómo sacarle el jugo. Resolvió las diferencias del plantel con Teo e hizo que el colombiano sea el jugador que esperaba el pueblo canalla desde que arribó al club. Convirtió a Musto en referente indiscutido e hizo crecer a todo el plantel. Otras de las virtudes que logró el técnico fue hacer que el Canalla no sintiera las idas de Walter Montoya y de Giovani Lo Celso.

El Canalla se quedó con un Clásico más porque fue superior, efectivo y supo cómo jugarlo mucho más que su rival. Pero el resultado en el Parque marca mucho más, ratifica un camino de crecimiento, entierra la primera parte mala que tuvo Central de torneo y encima lo deposita en la Sudamericana. Ahora continuarán los partidos bravos, en fila se le vienen Racing y River, pero sin dudas el festejo ante Newell’s hace que los hinchas por varios días no piensen en otra cosa…