El capitán de la Selección argentina, Lionel Messi, autor del gol del triunfo frente a Ecuador en el debut por las Eliminatorias Sudamericanas, padece fatiga muscular y se encuentra en duda su presencia en el partido de este martes contra Bolivia en La Paz, por la segunda fecha de la clasificación al Mundial 2026 de Estados Unidos, México y Canadá.

«No sé qué tiene, sinceramente. Pidió el cambio. Mañana le harán estudios. Si está bien, viene y jugará. Si no está bien, ya veremos qué hacemos. Ya veremos. Es todo muy reciente«, avisó el DT Lionel Scaloni en la conferencia de prensa de anoche tras el 1-0 ante los ecuatorianos.

>> También te puede interesar: Messi apareció en el momento justo y Argentina pudo superar al duro Ecuador

Si bien todavía no hay confirmación oficial por parte de la Asociación del Fútbol Argentino, todo indica que el rosarino no será parte de la delegación que viajará el domingo a Bolivia con la intención de aclimatarse a los más de 3.600 metros de altura de la capital de ese país.

Los antecedentes de Messi en el estadio Hernando Siles son diferentes en lo colectivo, pero siempre lo padeció en términos individuales: los recuerdos llevan al 6-1 en contra con Diego Maradona como entrenador y una tarde agobiante, con los futbolistas argentinos sin aire en el banco de suplentes.

Luego el equipo, con él en el campo, se llevó un valioso empate 1-1 en el camino a Brasil 2014 aunque la figura esa tarde fue Ángel Di María, uno de los que suele sobresalir en ese escenario, y un triunfo (2-1) en la cita para el Mundial de Qatar 2022, con goles de Lautaro Martínez y Joaquín Correa.

En este contexto, con un Messi de 36 años, que no hizo pretemporada y sumó 12 partidos en el último mes y medio desde su llegada a Inter Miami de los Estados Unidos, todo indica que no partiría con sus compañeros.

Hay dos situaciones pocos frecuentes en este momento: Messi no suele salir de la cancha porque no le gusta, al punto que cuando no estuvo en plenitud siempre comenzó desde el banco de suplentes en Barcelona, París Saint Germain e Inter, y anoche solicitó ser sustituido antes que el colombiano Wilmar Roldán finalice el encuentro con Ecuador.

«Si no me pide el cambio, no lo saco«, se sinceró Scaloni en la primera pregunta de la rueda de prensa.

Messi es una pieza clave en el armado aunque su nueva versión también conllevará mayores descansos a los habituales para dosificar la carga muscular, sobre todo pensando en que termine de la mejor manera la temporada en la Major League Soccer y siga aportando en los próximos cuatro partidos de la Selección de este año por Eliminatorias.

Justamente el propio entrenador adelantó que se viene una etapa donde no será «la primera vez» que deba sacarlo para cuidarlo.

El partido de Messi tuvo vaivenes, siempre pidió la pelota e incluso por pasajes se vieron raptos de la versión 2012 cuando se sacó de encima a los defensores rivales para rematar desde afuera del área.

Esto se opacó también cuando en el roce físico se lo notó más liviano que de costumbre y en la marca asfixiante en otros pasajes por parte de Ecuador, que lo llevó a controlar en dos tiempos y no a devolver de primera.

Todo esto quedó de lado cuando a los 33 minutos tomó la pelota, con un tiro libre ideal de frente al arco y le puso final a la agonía futbolística de una Selección que buscó sin tantas ideas y con mucha entrega.

El reemplazante contra Ecuador fue Exequiel Palacios, justamente uno de los mejores en la visita a La Paz en octubre del 2020, y habrá que ver si termina siendo el sustituto del astro.

La Selección se entrenó a las 11 en el predio de Ezeiza, a puertas cerradas, aunque los futbolistas que sumaron minutos con Ecuador descansaron con tareas livianas y regenerativas.

Además, este sábado contarán con el día libre para verse con familiares y amigos y recién recomenzarán las prácticas el domingo en la mañana, antes de emprender el viaje para Bolivia.

Messi por ahora continúa en duda para ser parte y la decisión será consensuada con el cuerpo técnico de Scaloni en las próximas horas. Se sabe que siempre quiere estar, pero los 28 mil kilómetros recorridos desde el debut con Inter Miami pueden generarle consecuencias más graves que una fatiga muscular.