La Asociación del Fútbol Argentino promovió a cuatro árbitros afiliados a la Cooperativa de Árbitros Deportivos (Cadep) a la órbita nacional. Ellos son: Nahuel Biagiola, Franco Chessini, Luciano Tibolla y Franco Campos, que comenzaron a arbitrar en los torneos federales.

Todos los jueces son menores de 26 años y tres de los cuatro, son rosarinos. Luego de 2 años de cursado en Buenos Aires y tras aprobar el curso, la AFA les otorgó el título nacional, que les permite formar parte de la estructura de referees de los torneos federales, sin tener vínculo contractual.

El instructor de la cooperativa que pertenece al Sadra, Gustavo Lechner, dialogó con Conclusión y afirmó: «En tan solo dos años de nuestra fundación; descubrir, apoyar, capacitar y hacer un seguimiento integral de nuestra actividad, transmitir nuestros conocimientos y experiencia a estos jóvenes árbitros, es un verdadero orgullo para nosotros, que hayan logrado tan importante título. Sin dejar de mencionar que el año pasado, también se recibieron Lucas Caballero y Marco Yone».

En cuanto a los atributos que debe tener un árbitro para tener proyección a futuro, Lechner señaló: «La experiencia me indica que por sobre todas las cosas, no hay una segunda oportunidad para una primera buena impresion, apuntando siempre a la buena presencia , el buen porte, el cuidado de las expresiones en su léxico y el lenguage corporal. Esto sumado al optimo estado físico y el don de buena persona, características de un potencial arbitro con futuro AFA – FIFA».

El experimentado hombre de negro, hizo un análisis del aprendizaje de los nuevos referees y dijo que: «Tengo la suerte de conocer muchas ligas, árbitros e instructores de todo el país y hoy las capacitaciones llegan de Ushuaia a la Quiaca, los protocolos de enseñanza son con las últimas reglas actualizadas, sumado a los trabajos de campo y el entrenamiento físico y apoyo psicológico. Hoy por hoy, todo esto permite que el árbitro en líneas generales, en la categoría que dirija, tenga la tendencia a que el camino sea de menor a mayor, pero satisfactorio».

«También cabe destacar la impronta del instructor que varía en cada uno, que el haber acompañado en el camino para llegar al juez a la AFA, eso también colabora al crecimiento del árbitro, al mostrarlo en otras ligas», concluyó Lechner.