Por Santiago Fraga y Fabrizio Turturici

Durante el entretiempo del clásico por Copa Santa Fe 2016, se iniciaron corridas en la cabecera baja sur, donde los hinchas que estaban allí, empezaron a retirarse hacia los pasillos internos de la tribuna que da al hipódromo del Parque. Mientras tanto, desde los otros sectores del estadio, los hinchas repudiaban con silbidos, el accionar de los barras.

Desde el inicio del partido, una gigante bandera en el centro de la tribuna, que tenía la inscripción de los cuatreros, fue retirada del alambrado y fueron ubicando otros «trapos». Pero cuando se calmaron los ánimos, reapareció en escena.

La situación compleja de la interna de la barra de Newell’s, parece no tener fin, el asesinato y detenidos en las inmediaciones del estadio en los últimos meses, fue agravando la coyuntura que vive la institución del Parque.

La dirigencia Rojinegra, decidió abrir los accesos que separan a la cabecera con la platea, para que la gente común, pueda salir de un lugar muy peligroso para su integridad física.

La policía definió varios cordones sobre uno de los arcos, enfrente de la tribuna Diego Armando Maradona.

El derby rosarino, volvió a interrumpirse a los 27 minutos del complemento, cuando hinchas se treparon a lo alto del alambrado y obligaron al árbitro Trucco, detener el cronómetro. Los inadaptados, se dignaron a bajarse y el cotejo se reanudó un rato después.