El correntino Leonardo Mayer, 22 del ranking mundial y número 1 del equipo argentino, abrirá esta mañana en el predio bonaerense de Tecnópolis la serie de cuartos de final del Grupo Mundial de Copa Davis frente al
serbio Filip Krajinovic, 87 del escalafón y que reemplazó a último momento a Janko Tipsarevic.

Luego de ese primer punto -programado para las 11-, quien saltará a la cancha será el bonaerense Federico Delbonis, 77 del ranking de singles, para medir fuerzas con Viktor Troicki, 20 del escalafón de la ATP.

En tanto, los capitanes Daniel Orsanic y Bogdan Obradovic designaron para el encuentro del dobles del sábado -puede haber cambios hasta una hora antes del juego- a Diego Schwartzman y Carlos Berlocq frente a Dusan Lajovic y Nenad Zimonkic, 9 del ranking de esta especialidad.

El domingo se invertirán los duelos de single del viernes con Mayer-Troicki iniciando el juego a partir de las 11. El vencedor de esta serie jugará, entre el 18 y 20 de septiembre venidero, ante el ganador del duelo que animarán Bélgica y Canadá, en el Sportpark Krokodiel, en la ciudad belga de Middelkerke.

En principio, una gran responsabilidad sobre el destino que tenga esta serie para Argentina recae sobre Mayer, el número uno del país y que viene de ser clave en la victoria frente a Brasil de marzo pasado. Es que cuando el panorama aparecía negro en el horizonte para el conjunto albiceleste, Mayer ganó un épico cuarto punto ante Joao Souza tras 6 horas y 42 minutos de juego, y le dio vida a la Argentina, para evitar además quedar condenada a disputar, por segunda temporada, el repechaje por el descenso al Grupo continental.

«No soy el as de espadas del equipo, me siento uno más y creo que cada uno es importante; no tengo más presión que el resto», afirmó Mayer en declaraciones a la prensa durante los entrenamientos previos.

Obviamente que esa presión se genera a partir de las ausencias de los tandilenses Juan Martín Del Potro y Juan Mónaco, que por distintas dolencias físicas no pudieron estar disponibles.

Del Potro, como ante Brasil, está recuperándose de una tercera operación en la muñeca izquierda, mientras que Mónaco, luego de su eliminación en Wimbledon, se bajó de la convocatoria por dolencias en su muñeca derecha. Entonces, el «Yacaré», convertido en un jugador «copero» tras aquella victoria de marzo frente a Souza, será la principal apuesta de los conducidos por Daniel Orsanic.

Para el primer punto de la serie, Mayer tendrá enfrente a un rival poco conocido en estas latitudes, pero que llega con mucha confianza tras una semana con título sobre polvo de ladrillo incluido.

Se trata de Filip Krajinovic, quien se consagró en el Challenger de Braunschweig, Alemania, al vencer en la final al francés Paul Henri Mathieu por 6-2 y 6-4.

El capitán serbio se decidió por él por encima de Tipsarevic, hombre de mucha experiencia pero con problemas físicos en los últimos meses, que complotaron contra su juego. «Entrené toda la semana pensando en mi tenis, ya que no tenía claro a quién iba a enfrentar. Mi rival no lo conozco mucho, sé que viene con confianza porque ganó un torneo el fin de semana, pero creo que si las cosas salen bien le voy a dar
el punto a Argentina», explicó Mayer.

Krajinovic está 87 en el ranking mundial, tiene 23 años y apenas tres apariciones por Copa Davis, la última en el cuarto punto de la serie frente a Croacia de primera ronda 2015 (victoria 5-0 con Djokovic), donde superó Franko Skugor. Sin embargo, su aparición más importante fue el año pasado, cuando le dio el quinto punto y la permanencia a Serbia frente a India como visitante.

Delbonis y una difícil tarea

Luego de Mayer será el turno de Delbonis, otro héroe de la serie frente a Brasil tras ganar el quinto punto en aquel recordado lunes frente a Thomaz Belluci, y que ahora se «ganó» su lugar como segundo singlista.

Enfrente estará el experimentado Viktor Troicki, el hombre de mejor ranking en esta serie (20º), y que es un rival «de mucho respeto».

«Si bien su juego es más apto para superficies rápidas, se trata de un tenista muy completo. Espero rendir en mi nivel y darle el punto a mi país», explicó el azuleño.

Bajo este contexto, Argentina espera confiado una serie que pasó de casi inaccesible con la presencia de Djokovic, a jugable y con posibilidades de éxito, lo que significaría meterse de nuevo entre los cuatro mejores de la Davis, algo que sucedió por última vez en 2013 (se perdió con la República Checa, en Praga).