Un gol que se sigue festejando como si el tiempo se hubiera detenido en ese vuelo de Aldo Poy, hace 50 años atrás, ante el clásico rival en la previa del primer título que logró Central en el ámbito nacional.

Cualquier hincha que no peine canas puede creer que la Palomita de Poy sólo existe en «19 de diciembre de 1971», la obra maestra del Negro Fontanarrosa considerada como el mejor cuento de fútbol. Pero no. Ese gol mítico no sólo hizo un click en la historia del clásico rosarino sino que se transformó en la mejor excusa para que «canallas» de todas las edades y sectores sociales dieran rienda suelta a la imaginación, en las más variopintas expresiones de la cultura de ese pueblo futbolero.

Aquel 19 de diciembre de 1971, Central le ganó el clásico rosarino a Newell’s Old Boys por la semifinal del Campeonato Nacional, que luego obtuvo como el primer titulo local de un equipo del interior del país. Fue en el estadio Monumental de Núñez con un gol de palomita de Aldo Pedro Poy, considerado desde entonces el ídolo máximo del pueblo «canalla».

A tal extremo que la Organización Canalla para América Latina (OCAL) reedita desde entonces ese tanto de antología en cualquier lugar del mundo, desde Santiago de Chile o Montevideo hasta Barcelona o Miami.

De un lado se para el Aldo, de 76 años, frente al arco con un arquero, y del otro un muchacho que le tira un centro con la mano. El prócer canalla se zambulle como aquella tarde, cuando tenía 26 años, hace el gol una vez más y todos lo gritan, lo levantan en andas y cantan el clásico «Aldo Poy, Aldo Poy, el papá de Ñulsolboy».

«Era un clásico muy difícil porque Newell’s tenía un equipazo, con muy buenos jugadores. Nosotros teníamos un buen equipo, pero era un clásico, y la ciudad se había transformado en un hervidero. Ya es importante jugar un clásico en Rosario y mucho más si se trata de una semifinal, un partido definitorio. Y en ese sentido estuvo muy bien (el director técnico Ángel) Labruna, que nos llevó a concentrarnos al estadio Monumental para sacarnos de ese clima de locura que se vivía en la ciudad. El técnico fue muy importante», recuerda Aldo Pedro Poy en diálogo con Télam.

«Lo más importante fue haber ganado el partido y después tener la suerte de haber salido campeón, así como ganamos otro campeonato a los dos años y haber jugado cuatro Copas Libertadores», dijo.

«Detrás de la Palomita y de Poy, detrás de la victoria sobre el rival de siempre, está la OCAL que hizo que se sepa en el mundo que hay un equipo llamado Rosario Central y también hizo que vengan a la celebración de la Palomita medios franceses y la red O Globo de Brasil, como también que hayan hecho notas las revistas francesas So Fut y France Football», asegura a esta agencia el «Colorado» José Vázquez, de 80 años, uno de los fundadores de la organización.

El fenómeno de la Palomita se reprodujo en el Aldomóvil -un camioncito o hasta una lancha con una reproducción de una caricatura de la cara del Aldo en el frente- creada a partir de una idea del «Chino Nosky», el conductor del «Puente Canalla», el programa radial que cumplió 30 años.

Poy valora aquel tanto emblemático: «Yo hice el gol y lo más importante fue haber ganado el partido y haber salido campeones, pero lo que hizo después la Ocal con todo esto también es muy importante, y tal vez por eso estamos hablando de ese gol 50 años después».

Fotos: Rosario Central.