El Milan atraviesa una compleja situación, ya que se arriesga a una sanción económica y deportiva que podría repercutir en la Serie A y dejarlo afuera de las competiciones europeas si se confirma que no efectuó de manera legal la venta del club.

El histórico club italiano quedó en el ojo de la tormenta, ya que habría simulado la venta de la entidad entre los fondos estadounidenses Elliot Management y RedBird, que es su nuevo propietario.

La Guardia de Finanzas italiana (policía financiera) registró este martes la sede del Milan en busca de documentos que corroboren el traspaso entre ambos fondos de inversión, ahora puesto en duda, ya que todo apunta a que sigue siendo el fondo Elliot el que mantiene el control del equipo.

Elliot Management es el fondo buitre que maneja el conocido Paul Singer y es el hombre investigado por la justicia italiana debido a la posible «venta ficticia» del AC Milan.

El desencadenante de todo habría sido la aparición de un millonario grupo árabe: «Parece que hay documentos del Milan utilizados para obtener inversores de fondos árabes. Y podrían ser una especie de reconocimiento de la propiedad del fondo Elliot y no del fondo actual RedBird«, le aseguró a EFE el abogado Angelo Cascella.

«Los componentes del consejo de administración del Milan son muchos de los que estaban en el antiguo, con Elliot. La empresa encargada de la comunicación es la misma. Furlani, actual director ejecutivo del club, estaba en el consejo de administración de Elliot«, señaló Cascella.

«Todo estos aspectos juntos hacen pensar que la venta sea ficticia, sea simulada. Esto es, de todas formas, el inicio. Hace falta ver todo, verificar todo», puntualizó.

La hipótesis que trabaja la Fiscalía de Milán es la de un delito de «obstrucción de la actividad de supervisión» de la Federación Italiana de Fútbol (FIGC) sobre los requisitos legales de las empresas propietarias de equipos de fútbol, pues no habría comunicado correctamente su cambio de propiedad.

«Si el Milan ha mentido, escondiendo una propiedad que no corresponde con la que dicen que es, el club podría ser sancionado o con una exclusión de las competiciones UEFA; o con multas económicas; o llegando a un acuerdo con la UEFA (no fichando en alguna ventana, no gastando más de una cifra acordada…)», declaró a EFE el abogado Angelo Cascella, experto en derecho deportivo y antiguo miembro del Tribunal de arbitraje deportivo (TAS) europeo.

Este caso es comparada con el que atravesó la Juventus hace un tiempo. «La FIGC ahora abrirá ahora un expediente en el que tendrá que investigar y pedir a la fiscalía todos los documentos, que servirán a la Fiscalía de la FIGC para valorar si ha habido ilegalidades», explicó Cascella.

«Las normas prevén que el tema principal es el incumplimiento del artículo 32 y que se haya dado una simulación de una venta por la que siga siendo Elliot el propietario», dijo Cascella.

«Si la empresa (Milan) no comunica correctamente su estructura, con mala fe, recibe una sanción. Multa económica y/o puntos de penalización (Serie A)», aseguró el abogado.

El artículo 20 bis del CJD prevé también que «tienen que ser correctas las informaciones de las participaciones societarias», por lo que se podrían sumar sanciones deportivas y económicas.

Y el artículo 4 del CJD, por el que fue sancionado la Juve la temporada pasada, habla de «lealtad y honestidad»: «Cada persona que se inscribe en el CJD tiene que ser leal y honesta. La Juve fue condenada por la falta de lealtad y honestidad y se le quitaron 10 puntos», recordó Cascella.

Además, la UEFA intercedería por la multipropiedad, ya que Elliot es dueño del Lille e infringiría dos artículos claves, el 4 y el 5.

El 5 se refiere a la multipropiedad, donde un propietario (o equipo) no puede tener dos equipos inscritos en la misma competición. Lille y Milan disputaron Europa League esta temporada.

«Y el 4, todavía más importante: procedimiento y admisión de las competiciones. Si el Milan ha mentido, escondiendo una propiedad que no corresponde, el club podría ser sancionado o con una exclusión de las competiciones; o con multas económicas; o llegando un acuerdo con UEFA (no fichando en alguna ventana, no gastando más de una cifrada determinada)», apuntó Cascella.

Las posibles sanciones, tanto de la UEFA como de la FIGC, no llegarán a tiempo en esta temporada en caso de certificarse las irregularidades.

«Los tiempos son importantes y el camino a seguir para el Milan no ha hecho más que empezar, será un proceso largo y, en caso de que haya sanciones porque se demuestren las irregularidades y el delito, serán para la próxima campaña», comentó el experto.

Además, la justicia ordinaria italiana actuará por su cuenta y, llegado el punto, las sanciones podrían ser diferentes; incluso ser declarado culpable de un delito deportivo y no de un delito penal.