Rosario sigue promoviendo jueces para el fútbol argentino y Andrés Gariano ingresa al círculo de los elegidos, ya que el sábado debutará en la flamante Primera Nacional (antes Nacional B). Conclusión dialogó con el hombre de negro, sobre sus expectativas, su historia y el futuro.

Como en otras épocas, principalmente en la década del 90, aparecieron Claudio Martin, Sergio Pezzota, Saúl Laverni y Gustavo Lechner, en primera división, que en definitiva fueron quiénes abrieron las puertas para que otros lleguen a la elite del fútbol argentino. En los últimos tiempos, hay que sumar a Pablo Díaz y Nazareno Arasa, que están en las principales categorías.

Gariano tiene 33 años y tras una gran perfomance en el Federal A, la AFA lo promovió a la segunda categoría del fútbol argentino, y este sábada, hará su debut en Sarmiento de Junín y Santamarina de Tandil.

El referee comenzó la charla, contando todo lo que le pasa en la previa del gran debut: «Tengo muchas sensaciones, la mayoría son de alegría, después de ver el camino recorrido para llegar hasta este momento. Después de tantos años, por las cosas vividas dentro y fuera de la cancha, porque se dejan muchas cosas de lado. Estoy esperando con mucha ansiedad, esperando que salga un buen arbitraje y que salga un buen partido, porque los protagonistas son los jugadores, no nosotros».

Gariano también hizo un recorrido por su historia deportiva: «Yo empecé con 17 años en el arbitraje, primero desde el baby hasta inferiores, después debuté en las ligas en el 2007, ya a esa altura estaba haciendo el curso del pre nacional, luego me recibí, primero fui asistente, después debuté como juez en el torneo del interior, y en el 2018 firmé contrato en AFA, y ya empecé a dirigir en el Federal A, hasta este momento».

Sobre sus virtudes a la hora de impartir justicia, el juez afirmó: «Esa cuestión la tendría que definir los veedores, pero creo que soy un árbitro que sigue de cerca las jugadas, trato de llevarme bien con todos los protagonistas. Trato de dialogar mientras se pueda, trato de leer el juego, la temperatura del mismo. Lo mejor de todo, es que creen en lo que uno hace dentro del terreno del juego, y se equivoca, es porque no estaba bien parado para ver la jugada. También estoy bien en lo físico y siempre ser creíble».

«Mis referentes son mis instructores, son mis compañeros, que me ven dirigir domingo a domingo, que me marcan los errores que tengo en un partido para que no lo vuelvas a repetir. Y mi estilo es parecido al de Darío Herrera, Facundo Tello, Patricio Loustau, soy muy parecido en la forma de arbitrar a ellos».