Un conmovedor documental que narra el proceso de acercamiento a la muerte de un reconocido artista y la interrupción de su impulso creador, será estrenado en mayo, con la particularidad de que quien filmó el devenir de esos acontecimientos fue la propia hija del protagonista.

Se trata de «Recuerda», una película escrita, dirigida y fotografiada por Melina Terribili, quien siguió muy de cerca los últimos meses de su padre, el pintor y muralista Carlos Terribili.

El artista es reconocido por su militancia política y social a través de sus obras, muchas de las cuales ilustraron afiches de convocatorias de Madres de Plaza de Mayo.

«El deseo de empezar a hacer una película surge en 2015 cuando veo que el paso del tiempo se había acelerado y lo empiezo a ver más envejecido a mi papá. Empecé a escribir y a filmar paralelamente. La certeza (sobre hacer esta película) la tuve a partir de su muerte», el 21 de agosto de 2016, contó la cineasta.

La obra, que se estrenará el próximo 30 de mayo en el Cine Gaumont, cuenta con material filmado por la directora y también con videos filmados por el propio Carlos Terribili a lo largo de más de 30 años, que juntos dialogan sobre el sentido de la creación y de la vida. “Para qué creamos, para quiénes. Qué queremos dejar como ofrenda en este mundo”, reflexionó. Lejos de ser una alabanza de una hija a su padre, la película muestra cómo, casi de repente, se apaga el instinto creador del artista a medida que la posibilidad de la muerte se acerca.

«Me quedé filmando el proceso de acercamiento a la muerte, grabando a una persona desconocida para mí. Lo había visto crear permanentemente y pude registrar ese proceso pero también cómo dejó de crear», comentó la directora, quien hace algunos años había estado al frente del documental «Ausencia de mí» sobre el cantautor uruguayo Alfredo Zitarrosa.

Y agregó: «Es también un retrato sobre el paso del tiempo, el amor, la vida, la memoria. Yo iba a filmarlo y a él no le interesaba la película, sino que yo estuviera con él. Él no supo qué tipo de película iba a salir».

«Cuando empeoró la salud, dejé de filmar y cuando murió noté que tenía que hacer la película y hacer un revisionismo de qué quería contar», señaló.

El film traza una suerte de paralelismo entre lo que fue la obra del artista y uno de sus más destacados trabajos: el mural del Ángel Gris, que permaneció frente a la Estación Flores del Sarmiento hasta hace escasos años, cuando la pared en la que había sido pintado debió ser restaurada por su mal estado.

La inmensa pintura se basó en el libro «Crónicas del Ángel Gris», de Alejandro Dolina, quien trazó un fuerte vínculo con Terribili.

«El del Ángel Gris fue su gran mural. Lo hace en un momento en el que siente que el arte tiene que salir a la calle. Empieza a ser muralista ahí, en una época de mucha resistencia cultural”, señaló la cineasta, al referirse a la obra realizada a comienzos de la década del 90.

Y agregó: «Este mural tiene mucha mística. La gente del barrio se acercaba y era un lugar de refugio en un momento en que la gente no podía pagar el alquiler, o no tenía para comer. Se fue creando un grupo espontáneo, donde la gente se acercaba con el mate, galletitas. Era un espacio de arte para todos».

En una de esas filmaciones caseras que Melina Terribili rescató del archivo familiar se destaca un fragmento de una charla entre su padre y Dolina, en la que el artista cuestiona implícitamente al menemismo: «No es una época que te motive mucho para hacer nada».

Producto de la crianza en ese ambiente (sus padres militaban en la Juventud Peronista en la década del 70 y estuvieron a punto de exiliarse en México), la cineasta reconoce que el estreno de «Recuerda» será «con un poco de improvisación».

«Pero no quiero demorarla más. Porque la película también viene a hablar del arte como una forma de interacción, de dejar una huella y de no bajar los brazos, en momentos en que la cultura está siendo uno de los flancos más atacados» por las políticas del Gobierno del presidente Javier Milei, planteó Terribili.

Al igual que aquella frase que le soltó su padre a Dolina a comienzos de la década del 90, la cineasta comprende el sentimiento que tenía su padre en aquel momento y, lamentablemente, lo revive: «Es la primera vez que no puedo permitirme pensar en la creación. Es tan grave todo lo que está pasando que me siento más cerca de militar desde la cultura que de crear. En el proceso de creación te tenés que abstraer bastante de todo y ahora eso es imposible».

«La urgencia hoy nos obliga a tener al arte, a la creación, no en el orden de las primeras prioridades. El arte es un lugar de pertenencia. Tenemos que crear nuevas formas y espacios para construir colectivamente. Y en todo caso usar nuestras herramientas para contar lo que está pasando. La urgencia es tan grande en este momento que no me imagino empezando a escribir un nuevo guión», reconoció.

En medio de este difícil contexto, Melina Terribili se entusiasma con la posibilidad de que en los próximos meses el destacado legado cultural de su padre pueda salir a la calle y retomar el contacto con la sociedad: actualmente, cerca de 600 obras, entre dibujos, tintas y pintura en bastidor, se encuentran en resguardo de la Secretaría de Cultura de Morón, con la que iniciará un proceso de inventariado para luego exponerlas en diferentes lugares.