Todos conocemos la frase: “El perro es el mejor amigo del hombre”. Posiblemente lo hayamos dicho en gran oportunidad de veces. Pero, ¿de dónde proviene la tan conocido idea?

El origen de la frase se da en 1869, cuando Charles Burden, dueño de un galgo llamado Old Drum (Barril Viejo) descubrió que el can había sido asesinado por su vecino Leónidas Hornsby. La persona que lo mató ya había amenazado con terminar con la vida del animal, y finalmente cumplió con su promesa.

El dueño del can inmediatamente realizó la denuncia en la comisaría. El caso llegó a juicio, y el abogado del dueño del perro, pronunció un discurso que es recordado hasta nuestros días. George Graham Vest fue un letrado amante de los animales, que luego fue congresista en Missouri y senador estadounidense. En esa ocasión, el hombre dijo:

“El mejor amigo que un hombre pueda tener, podrá volverse en su contra y convertirse en su enemigo. Su propio hijo o hija, a quienes crió con amor y atenciones infinitas, pueden demostrarle ingratitud. Aquellos que están más cerca de nuestro corazón, aquellos a quienes confiamos nuestra felicidad y buen nombre, pueden convertirse en traidores.

El dinero que un hombre pueda tener también podrá perderlo, se volará en el momento que más lo necesite. La reputación de un hombre quedará sacrificada por un momento de locura o debilidad.

Las personas están dispuestas a caer de rodillas para honrar nuestros éxitos, serán los que arrojen la primera piedra, cuando el fracaso coloque nubes sobre nuestro porvenir. El único, absoluto y mejor amigo que tiene el hombre en este mundo egoísta, el único que no lo va a traicionar o negar, es su perro.

Caballeros del jurado, el perro de un hombre está a su lado en la prosperidad y en la pobreza, en la salud y en la enfermedad. Dormirá en el frío piso donde sopla el viento y cae la nieve, sólo para estar junto a su amo.

Besará la mano que no tenga comida para ofrecerle, lamerá las heridas y amarguras que produce el enfrentamiento con el áspero mundo. Si la desgracia deja a su amo sin hogar y amigos, el confiado perro sólo pide el privilegio de acompañar a su amo para defenderle contra todos sus enemigos.

Y cuando llega el último acto, y la muerte hace su aparición y el cuerpo es enterrado en la fría tierra, no importa que todos los amigos hayan partido. Allí junto a la tumba, se quedará el noble animal, su cabeza entre sus patas, los ojos tristes pero abiertos y alertas, noble y sincero, más allá de la muerte».

El jurado decidió en forma unánime castigar a Leónidas Hornsby con una multa de 550 dólares y la frase «El perro es el mejor amigo del hombre» se hizo popular para siempre. Por eso, enfrente de la Corte de Warrensburg, Missouri hay una estatua del perro.