No es ningún misterio que su visión es muy distinta de la nuestra, pero sus particularidades son más difíciles de detectar si no es mediante estudios de comportamiento. Se ha dicho a menudo que no ven tan bien y que dependen básicamente del olfato, pero esto no es del todo cierto: los perros en algunas aspectos ven mejor que nosotros y en otros peor, simplemente porque su visión ha evolucionado para satisfacer necesidades distintas.

La familia de los cánidos son mayoritariamente animales cazadores, por lo que su visión tiene que cumplir una necesidad muy específica: identificar fácilmente a sus presas, a menudo en medio de un paisaje y en condiciones de luz muy variables. Por ello, sus ojos se han especializado en distinguir cosas en movimiento sin prestar tanta importancia a su color o nitidez.

Descubriendo el Mundo a Través de los Ojos Caninos

Aunque sus ojos perciben el entorno de manera diferente a la nuestra, las adaptaciones evolutivas revelan un vínculo único entre sus habilidades visuales y sus instintos ancestrales de cazadores.

La familia de los cánidos, en su mayoría animales cazadores, ha moldeado la visión de los perros para cumplir una necesidad específica: identificar presas en movimiento en entornos diversos. Aquí desglosamos las principales diferencias entre su visión y la humana:

Limitaciones en la Gama de Colores:

  • Los perros distinguen menos colores, ya que poseen solo dos tipos de conos responsables de la percepción del color (azul y amarillo), en comparación con los tres que tienen los humanos.
  • Su visión de colores se centra en el azul y el amarillo, haciendo que colores como el naranja y el verde se perciban como tonalidades de amarillo, mientras que el rojo y el violeta son monocromos para ellos.

Agudez Visual y Morfología del Cráneo:

  • La agudez visual de los perros es limitada, especialmente a distancias medias y largas. Su capacidad para distinguir detalles es aproximadamente 20/75 en la escala de Snellen.
  • La morfología del cráneo influye en su campo de visión; los perros de hocico largo tienen una visión periférica más amplia (hasta 270º) que los de hocico corto (alrededor de 180º, similar a la humana).

Adaptaciones para la Caza:

  • La densidad de bastones, responsables de captar la luminosidad, es mayor en los perros. Esto les permite procesar imágenes a una mayor frecuencia y distinguir objetos en movimiento con facilidad.
  • Su visión nocturna es excepcional gracias a una pupila grande que permite más entrada de luz y al tapetum lucidum, una estructura que mejora la visión en condiciones de poca luz.

Aunque los perros se han adaptado a vivir junto a los humanos, su herencia de cazadores sigue influyendo en cómo perciben el mundo. Desde la elección de juguetes hasta la forma en que establecen contacto visual, la visión canina ofrece un fascinante vistazo a su conexión con el entorno que los rodea.