Cinco especies de tortugas marinas habitan las costas de Chile, llegan por temporadas a alimentarse, para luego volver a sus lugares de origen en el Pacífico tropical.

Los reptiles llegan incluso hasta la Región de Magallanes, aunque principalmente se quedan entre Arica y Antofagasta. Todos están clasificadas en algún grado de peligro de extinción.

Así se desprende del último Proceso de Clasificación de Especies, liderado por el Ministerio de Ambiente, que incluyó 121 nuevos taxones nativos, con lo que logró completarse la clasificación de todos los mamíferos marinos y reptiles marinos que habitan el territorio.

En el caso de los mamíferos, siete de ellos están «En Peligro» o «En peligro Crítico», pero en los reptiles, sólo la serpiente marina quedó clasificada como de «Preocupación menor».

Por otra parte, la tortuga cabezona, la tortuga carey y la tortuga laúd están en peligro crítico; la tortuga verde, en peligro; y la olivácea, vulnerable.