El repaso de la agenda internacional tuvo esta vez un enfoque predominantemente local, habida cuenta del reciente acuerdo firmado entre el gobierno nacional y su contraparte estadounidense para el despliegue de un cuerpo de ingenieros en la Cuenca del Plata, marcando una mayor presencia en la zona de la Hidrovía Paraná-Paraguay. Al respecto, debe recordarse que ya existen emplazamientos militares en las márgenes de este sistema hídrico, pero en territorio paraguayo, por lo que este acuerdo profundiza la presencia norteamericana en un espacio estratégico para el comercio regional, con claras implicancias en términos de pérdida de soberanía y capacidad de injerencia por parte de Estados Unidos. Para analizar dichas implicancias y repercusiones de este acuerdo se realizó una entrevista al investigador Luciano Orellano, quien dio un panorama que trasciende las variables locales y vincula la futura presencia norteamericana en nuestro territorio con los movimientos internacionales presentes en el marco de la disputa hegemónica entre Estados Unidos y China.

Seguidamente, se abordó una vez más el panorama de la guerra ruso-ucraniana, relativamente estancada en el campo de batalla pero dinámica en cuanto a movimientos diplomáticos. En este sentido, y en el marco de algunos avances de importancia por parte de Rusia en el terreno, se reactivó el llamado Triángulo de Weimar, un entendimiento entre Francia, Alemania y Polonia que data de principios de la década del ´90 y cuyo objetivo es contribuir a la rezagada provisión de pertrechos para el gobierno de Volodymyr Zelensky. Esta estrategia procura retomar la iniciativa europea en el marco de la guerra en curso y viene precedida de declaraciones del presidente francés, Emmanuel Macron, en torno a la posibilidad de emplazar soldados franceses en terreno ucraniano en un futuro mediato. Tanto la escalada discursiva entre Francia y Rusia como los motivos detrás de la reactivación de esta alianza y su relación con los devenires del escenario pre-electoral en Estados Unidos, entre otros temas, formaron parte del análisis del programa.

Por último, se analizó el escenario resultante de las elecciones presidenciales en Rusia. Como se esperaba, la victoria fue para el presidente Vladimir Putin, quien arrasó con un 87% de los votos, en lo que configuró su resultado más abultado desde su llegada al poder. Este resultado se afincó, sobre todo, en el alto apoyo popular a la guerra en Ucrania y a la revitalización de la imagen de Putin como garante de orden en lo interno y de renovada fuerza en el plano internacional, pero también se vio cuestionado tanto por sectores de la sociedad civil rusa y por el Norte mundial en torno a las restricciones a candidaturas alternativas y al escándalo que produjo la muerte de su principal adversario, Alexei Navalny, fallecido en una prisión del Artico en circunstancias envueltas en dudas y misterio.