SáBADO, 30 DE NOV

Familiares y amigos de “Jimi” Altamirano reclamaron por justicia

El joven fue secuestrado y encontrado con tres disparos en la puerta de la cancha de Newell’s con una nota hacia un sector de la barrabrava. “Pocas veces o nunca nos tocó un caso de esta naturaleza”, señalaron los fiscales de la causa.

 

Familiares y amigos de Lorenzo “Jimi” Altamirano reclamaron justicia tras el crimen del joven, que fue asesinado semanas en las puertas del estadio de Newell’s Old Boys. Con una concentración en la plaza San Martín (Córdoba y Dorrego), un grupo de personas exigió que se avance en la investigación por el crimen.

En diálogo con Conclusión, una amiga de “Jimi” apuntó: “Nos manifestamos para pedir justicia, que se resuelva el caso. Queremos saber qué es lo que pasa, por qué siguen funcionando estas mafias, queremos que no nos agarren más de perejiles. No hay ningún detenido, no sabemos por dónde viene la cosa, estamos bastantes desconcertados y parece que el problema no tuviera solución”.

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“Cuando difunden el mensaje textual que dejan los narcos, están siendo funcionales a este problema. Eso debería ser confidencial y manejarlo la misma justicia. Esto es una falencia del sistema en general”, agregó la joven.

Consultada sobre cómo era “Jimi”, su amiga recordó: “Era mi compañero de banda, tocaba el bajo, era una persona maravillosa. Es muy triste el desenlace, era una gran persona”.

“Jimi” Altamirano era un músico y artista callejero de Rosario, quien, el miércoles 1 de febrero salía de ensayar con su banda «Bombas de Rabia» y se dirigía a su casa caminando, cuando fue secuestrado. Luego se lo encontró asesinado en la puerta del estadio de Newell’s. El último registro por las cámaras de seguridad que se tiene del joven fue en Oroño y 27 de Febrero.

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El joven fue encontrado con tres disparos: uno en la cabeza, uno en el estómago y otro en la mano. Más tarde, descubrirían entre sus ropas una nota, dirigida a integrantes de Los Monos y la barrabrava leprosa, que decía: “Nicolás Lavaye, Leandro Binardy, dejen de sacar los pibes del club a tirar tiros en Rosario”.

El domingo siguiente, cuatro días después del cruel crimen, una importante movilización tuvo lugar en los últimos puntos en donde se lo vio con vida, reclamando justicia por Altamirano y para que no vuelva a suceder un episodio similar.

Los familiares y amigos del joven aseguran que no tenía ninguna vinculación con la barrabrava ni con Los Monos. Por el contrario, comentan que era un artista que se dedicaba a la música y los malabares, alejado de cualquier actividad ilícita.

Por su parte, los fiscales de la causa Matías Edery y Luis Schiappa Pietra confirmaron que «Jimi» no tenía ningún tipo de relación con el mundo del hampa y que habría sido elegido al azar para mandar un mensaje mafioso. “Pocas veces o nunca nos tocó un caso de esta naturaleza, y que nos hace perder cualquier tipo de límites de lo que está pasando en la ciudad”, remarcaron.

 

 

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