LUNES, 02 DE DIC

Masivos ataques rusos dejan varias localidades sin luz en Ucrania, incluyendo la mitad de Kiev

Según el jefe del gabinete presidencial ucraniano, Andriy Yermak, el ataque fue una respuesta al discurso del presidente Volodimir Zelenski ante el G20, durante el cual el mandatario pidió aumentar la presión contra el Kremlin para que cese la invasión.

Rusia lanzó ataques masivos este martes con decenas de misiles contra varias ciudades ucranianas, incluida la capital Kiev, donde alcanzó edificios residenciales y dejó sin luz a la mitad de sus habitantes, informaron autoridades.

También este mismo martes, las autoridades instaladas por Rusia en una ciudad ocupada de la sureña provincia de Jerson se retiraron de allí por ataques ucranianos, días después de que las tropas rusas abandonaran la ciudad de Jerson, capital de esa provincia.

El vocero de la Fuerza Aérea ucraniana dijo que los ataques rusos de la jornada fueron cometidos con «un centenar de misiles» lanzados desde el mar y desde Rusia.

«Se lanzó un centenar de misiles (…) desde el mar Caspio, la región (rusa) de Rostov» y «desde el mar Negro», principalmente «contra infraestructuras energéticas», declaró el portavoz, Yuri Ignat, a la televisión ucraniana.

En Kiev, los ataques alcanzaron dos edificios residenciales, dijo el alcalde.

«Al menos la mitad de los habitantes de Kiev están sin electricidad», dijo el alcalde Vitali Klitschko, quien agregó que los edificios fueron alcanzados en el céntrico barrio de Pechersk.

«Varios misiles fueron derribados por el sistema de defensa antiaéreo de Kiev. Médicos y rescatistas están el lugar», agregó Klitschko en sus redes sociales.

El jefe adjunto de presidencia de Ucrania, Kirilo Timoshenko, publicó un video de lo que parece ser el lugar de los ataques, donde se ve un impresionante incendio en una construcción de cinco pisos de la era soviética.

«El peligro no ha pasado. Quédense en los refugios», agregó en un comunicado, informó la agencia de noticias AFP.

Según el jefe del gabinete presidencial ucraniano, Andriy Yermak, el ataque fue una respuesta al discurso del presidente Volodimir Zelenski ante el G20, durante el cual el mandatario pidió aumentar la presión contra el Kremlin para que cese la invasión.

«¿Alguien piensa en serio que el Kremlin realmente quiere la paz? Lo que quiere es obediencia. Pero al final del día, los terroristas siempre pierden», dijo Yermak.

También la ciudad occidental de Lviv y la nororiental de Jarkov fueron golpeadas hoy por ataques rusos, afirmaron sus respectivos alcaldes, que no informaron de ninguna víctima hasta el momento.

«Se escuchan explosiones en Lviv. ¡Manténganse a resguardo!», dijo en Telegram el alcalde, Andriy Sadovi, que indicó que una parte de la ciudad estaba sin electricidad.

El alcalde de Jarkov, Igor Terejov, informó de un «ataque con misiles» y explicó que se estaba averiguando si hubo víctimas.

Tras los ataques, Jarkov, así como otras regiones, sufrieron cortes de electricidad, mientras en Lviv, el subte se detuvo, informó Sadovi.

La embestida rusa cortó la euforia ucraniana tras la reconquista, la semana pasada, de la ciudad de Jerson, luego que el Ejército ruso decidiera replegarse y agrupar sus fuerzas al otro lado del río Dniéper para, según aseguró el Kremlin, reorganizar sus fuerzas y modificar su estrategia.

Para Kiev esta retirada representa uno de sus mayores éxitos desde iniciado el conflicto, el pasado 24 de febrero.

Tras esa retirada, Rusia centró sus ataques en la red eléctrica de Ucrania, lo que interpretado por Kirv como una maniobra para convertir la proximidad del invierno en un arma, dejando a los ucranianos en el frío y la oscuridad.

No obstante, hoy las autoridades de ocupación rusas anunciaron que se retiran de la localidad de Nova Kajovka, cerca de Jarkov capital, tras acusar a las fuerzas de Kiev de bombardear esa ciudad, situada en proximidades de una represa hidroeléctrica.

«Empleados de la administración pública de Nova Kajovka, las instituciones estatales y municipales abandonaron la ciudad» y se trasladaron a «lugares seguros», declaró en Telegram la autoridad instalada por Moscú en la localidad.

La fuente no indicó si el Ejército ruso permanecía desplegado en la ciudad o si también se retirará.

«La vida en la ciudad se volvió peligrosa», añadió para justificar su partida, afirmando que «miles» de habitantes también habían abandonado la ciudad.

La ciudad está situada cerca de la presa hidroeléctrica de Kajovka, tomada por Rusia al inicio de su ofensiva contra Ucrania a finales de febrero.

La presa es de gran importancia para abastecer de agua la península de Crimea, situada más al sur y anexada por Moscú en 2014.

Zelenski acusó a las fuerzas rusas de haber «minado» la presa y las unidades de la central, y añadió que si la instalación explotaba, «más de 80 localidades» se inundarían.

Esta versión fue categóricamente negada por las autoridades rusas.

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