La otra cara: supermercadistas salieron a defenderse
Desde la Federación de Supermercados y Autoservicios (Fasa) expresaron que no son formadores de precios ni tampoco los responsables de la inflación. Se mostraron en contra de una medida del gobierno.
- Nacional
- Feb 10, 2016
Los supermercados no son formadores de precios ni responsables de la inflación, por lo que comparar precios no va a resolver el problema de la suba en el costo de los alimentos, advirtió hoy Fernando Aguirre, vocero de la Federación de Supermercados y Autoservicios (Fasa).
Así, los supermercadistas salieron a defenderse después de que el propio ministro de Hacienda, Alfonso Prat Gay, los pusiera en el centro de los cuestionamientos por el valor de la carne y el gobierno los identificara como el eslabón de la cadena comercial que suma presión inflacionaria.
«Lamentablemente se está poniendo mucho énfasis en querer demostrar que es el supermercadismo el que culpable de la inflación en la Argentina, cosa que no es cierta para nada», dijo Aguirre al defender a los comercios de capital nacional.
La Fasa representa a la red comercial más grande y extendida del país, compuesta por autoservicios, supermercados, hipermercados, cooperativas de consumo, agrupaciones de compras y cadenas regionales de capital argentino.
Según la teoría desarrollada por Aguirre, «los supermercados no son formadores de precios: en muy pocos mercados del mundo, el comercio forma los precios. Y los supermercados en la Argentina de hecho que no son los que imponen los precios».
El vocero de la Fasa considera que los consumidores protestan contra los supermercados porque es el lugar más visible para la gente, dado que es donde compran y pagan los productos que necesitan para sus hogares.
«Desde hace ocho años que suponemos que sabemos quien es el culpable de la inflación, que se puede circunscribir a seis grandes cadenas de las cuales cuatro son extranjeras. Si se sabe quienes son, el Estado tiene todos los medios para ponerle fin a esa situación», dijo Aguirre.
Pero aclaró que el problema es que ese no es el origen de la inflación, sino que es muy distinto y se quejó porque en la Argentina en los últimos 60 años se ha tenido la idea de que un poco de inflación no está mal, porque hace que la economía se mueva.
«Pero un poco de inflación es como un poco de cáncer. La inflación no ayuda en nada y no es culpa del comercio. El problema viene de mucho más atrás: hay un mercado que no funciona en la Argentina pero sí en el resto del mundo y América Latina excepto Venezuela», dijo.
Aguirre consideró que en un mercado que está tan distorsionado donde la gente pierde noción de lo que valen las cosas, la idea de publicar los precios en internet «ayuda pero nadie puede pensar que de esa manera se va a terminar con el problema de la inflación en la economía».
Deslizó que los supermercados continuarán con las restricciones sobre el uso de celulares frente a las góndolas para el chequeo de los precios, tal cual sucedió cuando en 2014 se lanzó el programa de Precios Cuidados con una aplicación en línea disponible para móviles.
«No se puede fotografiar la góndola. Pero el consumidor lo puede hacer (comparar precios) en la puerta o en su casa antes de salir. Comparar precios entre un comercio y otro va a ser más sencillo, pero esto no va a resolver la cuestión de fondo que es la inflación», dijo Aguirre.