SáBADO, 30 DE NOV

Escándalo por bloqueo policial de rutas a votantes de Lula por parte de fuerzas federales

La Policía Caminera de Brasil bloqueó caminos desobedeciendo a la Corte Suprema, al instalar más de 540 controles en las rutas para retener a los votantes del candidato del PT.

 

La Policía Caminera de Brasil protagonizó un escándalo en las cruciales elecciones de segunda vuelta al bloquear caminos desobedeciendo a la corte suprema, al instalar más de 540 operativos en las rutas para retener vehículos de electores de Luiz Inácio Lula da Silva, cuyo Partido de los Trabajadores pidió la detención del jefe de la institución, Silvinei Vasques.

Vasques, que publicó en Instagram un mensaje en apoyo a la reelección del presidente Jair Bolsonaro, fue convocado de urgencia al Tribunal Superior Electoral, cuyo titular, Alexandre de Moraes, ordenó el cese de las operaciones entre las 15.30 y las 17, es decir hasta el fin de la votación.

Moraes, considerado parcial por el presidente Bolsonaro desde 2021 cuando comenzó a denunciar la falta de transparencia de las urnas electrónicas, sostuvo que el informe del jefe policial indica que las operaciones fueron por cuestiones de «tránsito» y que se investigará una por una las acciones.

«Fue determinado que todas las operaciones cesarán inclusive para que los electores no lleguen tarde al plazo de votación», aseguro Moraes tras reunirse con la jefatura policial, aunque aclaró que los vehículos no volvieron al lugar de origen sino que los votantes han sufrido apenas un «atraso».

Moraes avaló la versión del gobierno de Bolsonaro de que los operativos no fueron realizados con trasfondo político pese a que se multiplicaron las denuncias de electores que viajaban y fueron parados sin motivo aparente.

Políticos del PT de Bahía denunciaron que diputados y senadores fueron parados porque llevaban adhesivos con la cara de Lula.

Los bloqueos fueron 70% más que en la primera vuelta electoral, dice un informe de la corte.

Moraes aseguró que ningún ómnibus detenido en la ruta volvió a su lugar de origen.

La presidenta del Partido de los Trabajadores, Gleisi Hoffmann, anunció que solicitó la detención del comandante de la Policía Caminera Federal y le pidió a los diputados de la coalición de Lula que den la orden de prisión, algo a lo que tienen derecho cuando se trata de casos de flagrancia, contra los policías que están deteniendo a votantes opositores.

«Pido a los legisladores de nuestra coalición que se dirijan a los lugares de las operaciones en sus estados y den la orden de detención a los policías», dijo Hoffmann por las redes sociales.

La tensión electoral se elevó porque el coordinador de la campaña de Lula, Randolfe Rodrigues, pidió la prisión del jefe de la Policía Caminera Federal (PRF, por sus siglas en portugués), Silvinei Vasques, por haber hecho publicaciones en la red social estadounidense Instagram pidiendo votar al presidente Bolsonaro.

En un oficio enviado este domingo a los jefes de la Policía Federal y de la Policía Caminera Federal (PRF), la justicia electoral amenazó con sanciones en caso de que no se expliquen las operaciones para detener a electores que se están desplazando, sobre todo en el noreste, bastión del voto de Lula.

Hoffmann divulgó una serie de videos con caravanas de votantes de Lula siendo retenidas en las rutas.

El presidente de la corte electoral, Alexandre de Moraes, ordenó ayer que no se hagan operativos en las rutas para que el bolsonarismo no pueda utilizar las instituciones de seguridad como una forma de impedir el traslado de los electores de la oposición.

Más de 200 ciudades han decidido permitir el transporte público de pasajeros gratuito este domingo, entre ellas las principales capitales del país como San Pablo.

Sin embargo, en Río de Janeiro hubo denuncias sobre un supuesto boicot ejercido por algunas empresas de transporte en regiones donde sería favorito Lula.

El gobernador de Minas Gerais, Romeu Zema, aliado de Bolsonaro, incumplió la orden de liberar el subte de Belo Horizonte, decisión que comenzó a cumplir a las 11, tres horas después del inicio de la apertura de las mesas.

El diario O Globo afirmó hoy que el presidente Jair Bolsonaro diagramó el 19 de octubre en el Palacio de la Alvorada, la residencia presidencial, con los jefes policiales lanzar una serie de controles ruteros inéditos para este domingo con el objetivo de perjudicar el traslado de los votantes del expresidente y candidato opositor Luiz Inácio Lula da SIlva.

«La reunión era para que las policías quedaran atentas al transporte irregular de votantes, sobre todo en el nordeste (región con amplio apoyo de Lula)», escribió O Globo, en una columna del periodista Lauro Jardim.

Observadores internacionales dijeron a Folha de Sao Paulo que buscan informaciones para determinar el impacto en la votación.

Human Rights Watch (HRW) manifestó en un comunicado su preocupación por el incidente de los retenes en las rutas brasileñas.

«Estamos muy preocupados con las denuncias de operaciones de la Policía Federal de Carreteras que supuestamente están impidiendo o retrasando el acceso a los locales de votación de electores que usan transporte público», afirmó la organización de defensa de los derechos humanos en el comunicado, colgado en su página web.

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