Una vez ganada la elección de Chile, las diferentes corrientes de izquierda que apoyaron a Boric para lograr el triunfo, están planteando sus demandas e intentando imponer su agenda.

Mientras algunos sectores piden poner énfasis en la nueva Constitución, el Partido Comunista pide empezar a trazar las estatizaciones, y otros, como el Partido Liberal, piden darle prioridad a históricos proyectos de ley del Frente Amplio.

Por su parte, el diputado del Partido Liberal, Vlado Mirosevic, se reunió con el presidente y dijo que le realizó el pedido que la primera ley que envíe al Congreso sea la iniciativa para reducir la jornada laboral, el llamado proyecto de «40 horas».

La legislación pretende reducir a 40 horas la jornada laboral que hasta este momento es de 45, lo que supone reducir de 9 a 8 horas diarias, lo que supone que las horas extras sean remuneradas.

El proyecto ya tiene media sanción en la Cámara de Diputados, donde fue aprobado por 86 votos a favor, 33 en contra y 31 abstenciones. También fue aprobado por la Comisión de Trabajo de la Cámara Alta, pero el Senado lo tiene frenado desde hace algún tiempo.

Este pedido es bastante complejo. Si bien la izquierda tiene mayoría, varios senadores de la oposición no lo aprueban. Pero resulta aún más complicado ya que, luego de la asunción de Boric, la izquierda perderá la mayoría y la alianza de Chile Vamos y un senador de Kast se queda con el control de la Cámara Alta.