Knock out para otro reconocido bar de Pichincha: Patagonia cerró sus puertas
El tradicional pub de Oroño y Jujuy era controlado directamente por la casa central de Buenos Aires y al no encontrar franquiciado local que pueda tomar las riendas del espacio, decidió bajar la persiana de manera definitva.
La crisis económica acrecentada por la pandemia no da respiro y aunque parece haber algunos indicios de recuperación, los primeros meses del año empiezan a mostrar los coletazos de lo que ha dejado el 2020. Y el tendal aumenta…
Muchos establecimientos gastronómicos tuvieron que cerrar sus puertas y el local de Patagonia, ubicado en la esquina de Oroño y Jujuy, es un ejemplo más que se suma a una larga lista de caídos en la zona, como Queens y Johnny B. Good. La marca ya desmanteló el local y el tradicional inmueble volvió a quedar vacío.
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El cierre responde a una reestructuración del negocio de la firma -propiedad del grupo Quilmes- que, producto de la pandemia, decidió dejar de administrar por cuenta propia locales y pasar a franquiciar bares de la marca en todo el país. El mega pub era controlado directamente por la casa central de Buenos Aires y al no encontrar franquiciado local que pueda tomar las riendas del espacio, decidió bajar la persiana de manera definitiva.
Cerveza Patagonia desembarcó en Rosario en 2017 y cuenta seis espacios administrados por operadores locales: en el Alto Rosario, en el shopping de Fisherton, en la esquina de Oroño y Wilde, en pleno centro, Italia entre Córdoba y Rioja, en la Rambla Catalunya y un último ubicado en La Fluvial. Las franquicias de Patagonia se reparten hoy entre dos empresarios rosarinos, ambos de importante trayectoria en el rubro de la gastronomía y los eventos.
Pero la gran apuesta de Patagonia, el gigante cervecero con más locales en el país, era “copar la parada” en Rosario con la puesta en funcionamiento de una megacervecería en Oroño y Jujuy. Fue así que en octubre de 2017, Patagonia firmó el contrato para quedarse con el local donde estaba la pizzería La Vendetta y el inmueble lindero, que ocupaba el restó Jujuy. El lugar fue modificado por completo, con la inclusión de la vereda para armar un gran espacio cervecero. Una aventura que se vio afectada por la irrupción de la pandemia.