MIéRCOLES, 27 DE NOV

Tala indiscriminada de arbolado público pone en alerta a vecinos de Pichincha

Los habitantes de la zona sostienen que empresarios gastronómicos deliberadamente han extirpado ejemplares que impedían que pueda utilizarse la vereda para la colocación de mesas.

Por Federico Morel

Los vecinos de Pichincha nuevamente se encuentran en estado de alerta, frente a una situación que ya trae un recorrido de años y no obtienen ninguna respuesta a los reclamos que han realizado al municipio.

Quienes viven en la zona sostienen que varios empresarios, dueños de bares y espacios gastronómicos, deliberadamente han talado árboles que impedían que pueda utilizarse la vereda para la colocación de mesas.

Los habitantes de este tradicional barrio rosarino están preocupados por la cantidad de ejemplares que se han extraído de sus lugares, sin tener en cuenta la importancia que tienen: histórica, estética, pero también sanitaria, para el bienestar de los vecinos que allí viven.

La tala indiscriminada de árboles añosos que se encuentran en las veredas del barrio y que, no solo hacen al paisaje que ofrece el recorrido de la zona tradicional de Rosario, sino que esto se suma a la lucha que vienen dando frente a los inconvenientes que les generan cada fin de semana a raíz de la gran cantidad de gente que se acerca a la zona por la noche.

La ordenanza municipal Nro 5.118 expone la responsabilidad que debe tener la ciudadanía, en lo que tiene que ver con el cuidado del arbolado público. Dicha reglamentación, en su artículo 3, menciona que solamente la Municipalidad de Rosario, por intermedio de la Dirección General de Parques y Paseos, se encargará de la aplicación y coordinación de las diversas medidas en defensa del arbolado público.

Un relevamiento de estas acciones prohibidas, que desarrollaron los mismos vecinos, pone sobre la mesa una problemática que data del año 1999 hasta la fecha, donde la última denuncia fue por la tala de los árboles que se encontraban en Alvear y Jujuy, con el objetivo de poner mesas y toldos del bar que se encuentra en la misma esquina.

La preocupación que moviliza a los vecinos de Pichincha, además del avasallamiento a la ordenanza municipal, es el poco compromiso que tiene el empresariado y los responsables de los espacios gastronómicos por el cuidado del arbolado público, sumado a la falta de respeto que sienten los vecinos hacia la propia historia de Pichincha.

Relevamiento vecinal

Los vecinos formaron una agrupación en donde debaten cada una de las problemáticas que aqueja al barrio y a través de sus redes sociales exponen lo que ellos consideran faltas graves que deben ser atendidas.

También, entre algunos vecinos tomaron notas en forma de relevamiento de los espacios en donde faltan árboles añosos que fueron extraídos sin autorización.

1. Año 98 o 99, Jujuy y Alvear. Frente al anterior restaurante Isidro. Sacaron 2 plátanos por Jujuy que se espejaban a los de la vereda de enfrente. Los reemplazaron por álamos. Luego los de Maddalena los fueron podando. El actual bar 105 los eliminó definitivamente.
2. Anterior Bar de Chiche, actual Palacio de la Milanesa. Los árboles desaparecieron al ensanchar vereda.
3. Por Alvear al 100, con la excusa de la Cochera y Bar las 24 hs limpiaron los fresnos antiguos.
4. Extracción de 2 o 3 plátanos frente a la casa de Sushi, Esther y Hunter. El dueño anterior de este restó, taló el plátano sin permiso un día que los municipales estaban de paro. Se lo multó y ademas tuvieron que plantar 800 arboles (no se sabe si lo hicieron).
5. Esquina de Ronnie (Alvear y Santiago). Árboles ausentes en la izquierda.
6. Rock and Felker’s. Se sacaron los arboles por Jujuy y hasta el quiosco de diarios por Oroño. Las palmeras fueron puestas por Petra.
7. El viejo Cafe Victoria por Oroño había árboles.
8. Abril 2019, en Güemes 2600 los vecinos pudieron evitar la tala de un árbol. Habían obtenido un permiso trucho como si lo hubiera pedido una vecina dueña de la casa en cuya vereda está el árbol. Esa familia nunca pidió ni siquiera la poda. Por suerte los vecinos lo advirtieron e impidieron la tala. El responsable fue denunciado en Parques y Paseos.

El respeto por los árboles es fundamental para la vida

En relación a lo expuesto por los vecinos de Pichincha, Conclusión dialogó el especialista en jardinería y estudioso de la vida de los árboles, Jonatan Bujonok, quien explicó cuál es la verdadera y fundamental importancia de valorar el arbolado público y tener conocimiento de la vida y el comportamiento de cada especie.

Sobre los problemas que tiene el arbolado público, el especialista en el tema explicó que “hay varios problemas, como que ha avanzado mucho lo que es la construcción, lo que es la explotación comercial, la poda excesiva, la quita de árboles de gran envergadura que hacen característica a la zona de Pichincha, y en muchos lugares se siguen exhibiendo las cazuelas vacías en donde se extrajeron árboles añejos y se nota la ausencia de estos ejemplares. Se notan mucho los intereses de los bares, de las nuevas construcciones en desmedro de lo que es, en sí, el barrio de Pichincha”.

Consultado sobre la forma adecuada de pensar la presencia de los árboles en el paisaje urbano, Bujonok expuso: “Se piensa en cuestiones humanas y no en cuestiones ambientales y sanitarias. Siempre se ve al corto plazo, en decir este árbol molesta, o el paso de la gente o las ramas, o se lo poda en época que no se lo tiene que podar, o se lo saca en situaciones que no son considerables para el árbol. Pero lo que sí, nunca se tiene en consideración al árbol como tal. En el caso de la poda, se hace en cualquier momento del año sin atender a las cuestiones fitosanitarias, a los patógenos que pueden albergar cualquier corte en las ramas”.

Y agregó: “Hay muchas cuestiones que entran en juego del arbolado urbano, no solamente lo paisajístico, lo estético, sino también, atender a las cuestiones sanitarias del árbol. También, pensar que el árbol no es un individuo solamente, sino también que el arbolado hace a toda la ciudad. Hace tiempo que se viene tratando el tema del arbolado como un bosque, en términos dasonómicos, en donde se considera que todos los ejemplares actúan en conjunto y que tiene una relación, no solo a nivel radicular, sino también aéreo. Por eso hay que darle mas interés y tiene que darle mas relevancia y jugar un papel importante en la vida de los ciudadanos el tema del arbolado público”.

Es fundamental tener presente cuáles son las formas que existen para atender y cuidar responsablemente el arbolado público. “Hoy en día existen instituciones, existen organismos. Está Parques y Paseos de la Municipalidad, se han hecho censos de arbolado urbano, pero el Estado en sí no llega a controlar instantáneamente las cuestiones, siempre vamos detrás, y en este caso, una vez que ya ocurrió, tenemos un desastre sacando un árbol de 50 ó 60 años sin tener el permiso necesario. La ordenanza dice que todo árbol que se encuentra en la vía pública pertenece al Estado, entonces es él quien tiene que dar el permiso y monitorear si hay que hacer una poda o si hay que hacer una extracción, teniendo en cuenta cuestiones que hoy en día como ha evolucionado toda la ciudad, antes no se tenían en cuenta”, explicó Bujonok.

Sobre la comprensión que deben tener los empresarios gastronómicos sobre esta problemática, el jardinero aseveró: “Si solamente lo habitan para la explotación nocturna y no como cotidianamente lo habita un vecino que sabe el beneficio que tiene ese árbol frente a su casa, que en épocas de mucho calor le baja 10 grados de temperatura y el lo aprecia desde ese lado, no solamente como sombra momentánea, entonces el empresariado debería tomar conciencia a través de multas como lo expresa la ordenanza, o donde se le hace reponer árboles a aquel que evade esa ordenanza. Pero como mencionaba antes, son cuestiones que siempre se va detrás, después que ya ocurrió”.

Los árboles son de suma importancia para el bienestar de la sociedad en general. En este sentido, Bujonok especificó que “los arboles lo son todo. No solamente por cuestiones ambientales, no solamente por cuestiones de temperatura, absorción del agua de lluvia, reducción de dióxido de carbono, cuestiones estéticas, sino que hoy en día, hay que valorarlos más y que empiece a tener más propaganda esta cuestión. Si bien hay arboles de gran tamaño que ya no pueden estar en calles angostas, hay estudios que se pueden ir cumplimentando y ver la posibilidad de utilizar árboles de menor porte, de menores magnitudes, teniendo en cuenta las calles angostas, que no molesten al peatón. Por eso antes de plantar, hay que hacer una buena elección a futuro”.

Y concluyó: “Lo hecho, hecho está, para atrás no se puede volver, ahora para adelante hay que caminar planificando y pensando, para que luego el árbol no sufra una mutilación, una poda excesiva o una extracción indebida”.

La falta de conocimiento sobre la vida de los árboles y la escasa valoración del arbolado público, puede tener consecuencias graves, tanto a nivel económico como repercusiones en el desarrollo urbanístico de la ciudad.

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