JUEVES, 28 DE NOV

«La designación de «Nicky» Caputo como cónsul honorario de Singapur, huele a negocio»

Así lo manifestó el diputado nacional de Mendoza, Guillermo Carmona, quien se quejó por la actitud de la diputada Cornelia Schmidt Lierman que pidió que no haya discursos, “Ni en dos minutos alcanzo a hablar del escándalo que es este proyecto", dijo el legislador. 

Enviado especial a Buenos Aires – Fue en plena madrugada, cuando el diputado mendocino Guillermo Carmona, dio por tierra con los planes de la Rosada. Desde el Frente para la Victoria el legislador mendocino, arreció en criticas sobre la designación como cónsul en Singapur de Nicolás «Niky» Caputo, el «amigo de toda la vida» del presidente Mauricio Macri.

El armado del oficialismo que contaba con la adhesión de algunos bloques amigos cayó, y en el intento de aprobar la nomina de cónsules honorarios que registraba la cantidad de 32, Carmona que es vicepresidente 1° de la Comisión de Relaciones Exteriores y Culto, precisó en el recinto en forma enfática: «Estamos dispuestos a aprobar 31, pero no el de Nicky Caputo. No podemos darle estas ventajas al amigo de la vida del Presidente».

«Esto huele a negocios. Estamos frente a un potencial conflicto de intereses y de tráfico de influencias. Caputo es muy allegado al Presidente y, sin dudas, Singapur contará con mayores ventajas que otras naciones con representación en nuestro país», refirió con cierto grado de sorna.

Para dar una dimensión del alcance de las prerrogativas de este tipo de nombramiento el mendocino fundamento sus manifestaciones al citar la Convención de Viena de 1967, que establece los privilegios e inmunidades que les confiere a los cónsules, y subrayó, que entre esas inmunidades y prerrogativas se les otorgan llamativas concesiones que consideró «un privilegio judicial» y otras cuestiones que consideró «irrazonable que sean otorgadas al hermano de la vida del Presidente».

Por otra parte, el aval que le presta el Congreso a los cónsules honorarios les otorga beneficios como exenciones impositivas y el uso de la «valija consular».

Por caso, y para poner negro sobre blanco, la Convención de Ginebra, es clara respecto de la instrucción de un procedimiento penal contra un funcionario consular honorario, ya que en caso de que este deba comparecer ante la Justicia, se debe practicar atento las diligencias «con la deferencia debida a ese funcionario por razón de su carácter oficial, de manera que se perturbe lo menos posible el ejercicio de las funciones consulares».

La exposición completa en el recinto del diputado Guillermo Carmona.

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