Por Aldo Battisacco – Desde Buenos Aires (Enviado especial)

Con la presencia de cientos de ciudadanos, esta mañana la escenografía de Plaza de Mayo no fue la misma. Es que una nueva protesta se apoderó del histórico lugar enclavado frente a Casa Rosada. Allí, trabajadores enrolados en la Unión de Trabajadores de la Tierra (UTT) regalaron unos 20 mil kilos de verduras en protesta por sus «condiciones de vida».

Conclusión, presente en el lugar, es testigo de que la fila y la extensión llega hasta calle Balcarce frente a la Casa Rosada, donde personas de distintas edades y extracción social esperan expectantes que los camiones con la verdura lleguen para distribuirla.

La marcha se desarrolló por Avenida de Mayo en todo el trayecto que une al Parlamento con la Casa de Gobierno. Munidos de bolsos, mochilas y carritos de mano la cola de vecinos fue creciendo en longitud hasta bifurcarse en dos sentidos, hacia la Catedral y a la Casa Rosada.

En paralelo al denominado «Verdurazo», los trabajadores presentaron un proyecto de ley para crear un fondo fiduciario destinado al otorgamiento de créditos, que posibilite la compra de tierra a pequeños productores.

Jubilados presentes en Plaza de Mayo consultados por Conclusión se quejaron y dijeron que «los precios se fueron por las nubes, que hay productos que ya no se pueden comprar» y que gradualmente después de la devaluación percibían «que de a poco fueron aumentando los precios».

Agregaron que las frutas «ya son un lujo», y  que estuvieron durante el reparto de manzanas y peras.

«Uno de los productos de consumo cotidiano como el tomate, tanto para la ensalada como para la salsa, ya no se puede comprar», dijo Esther, quien vino a la histórica plaza desde la Boca.

Hay otros que se quejaron de que las verduras de hoja no sólo se incrementó su costo, sino «que no hay más como antes, algunos verduleros no las ofrecen porque saben que no se las van a comprar», contaron ciudadanos presentes en Plaza de Mayo.

Un productor de San Vicente exclamó a Conclusión: “El reclamo consiste en pedido de tierra y regularizar las problemáticas que padecemos aquellos que producimos, ya sea verduras, animales, tambo, ya no se puede más, hace quince años que nos vienen castigando”.

“La tierra es donde vivimos y donde producimos y dependemos de que nos paguen monedas por lo que producimos”, enfatizó otra pequeña productora.

Los que encabezaban las columnas, pidieron calma y que la gente esté tranquila “como está la madre tierra” ya que en un momento la multitud quiso apelmazarse ante los camiones para conseguir la verdura.