La comunidad Qom sigue reclamando la construcción de un edificio para el Jardín Nº 377

La comunidad Qom de la Escuela 1.333 Nueva Esperanza se movilizó este viernes por la mañana hasta el Ministerio de Educación para volver a reclamar por la independización del Jardín EIB N° 377 y la construcción de su edificio propio.

En estos años se asignó el terreno y en varias ocasiones se anunció la construcción del edificio, pero esto nunca se concretó. Hoy más de 200 chicos de 4 y 5 años se hacinan en aulas móviles en el edificio de la primaria y decenas se quedan sin banco porque no hay más espacio.

En diálogo con Conclusión la señorita Fernanda señaló que “estamos enfrente del Ministerio para reclamar que se cumpla la promesa de la independización pedagógica y la construcción del edificio propio del Jardín Nº 377, que fue anunciado en marzo del año pasado, y nunca se concretó”.

“Estamos acompañando a la comunidad educativa porque fueron ellos quienes vinieron a preguntar qué pasaba con el jardín de sus hijos, qué pasaba con los derechos vulnerados de sus niños”, enfatizó inidgnada.

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Asimismo, explicó que actualmente funcionan dentro de la escuela primaria Nº 1.333 más de 200 alumnos entre turno mañana y tarde, con 5 salas a la mañana, y 5 salas a la tarde, 2 de las cuales funcionan en aulas móviles, es decir, en contenedores. “Las condiciones son bastante malas. Hace mucho frío en invierno, calor en verano, queda gente en lista de espera porque en un aula móvil no pueden entrar más de 16, 18 niños, entonces quedan chicos en lista de espera”, apuntó.

“La independencia de la escuela es una lucha que viene desde hace años, no es de ahora, y siempre está ahí a la espera de que sale, que se construye, pero se terminan cayendo las licitaciones. Ya tenemos el terreno designado, pero nunca se arranca, siempre falta una firma, decisión política”, lamentó.

Por su parte, una de las mamás presentes dijo a este medio que “en las calles hay muchos chicos que necesitan el jardín, quedaron muchos afuera y en otra escuela, en otro jardín, no los quieren recibir porque no tienen la dirección de cercanía. Ellos ahí en el jardín juegan, tienen su propio desayuno, comida, pero necesitan más aulas. Tienen que armar sí o sí el jardín, porque ellos necesitan tener su lugar, su espacio para aprender, tienen el derecho de seguir aprendiendo más”.

“Vamos a insistir para que el Estado de verdad garantice el derecho a la educación de la infancia en esta comunidad tan golpeada”, concluyó.