Día del Amigo: pese a la situación económica, gastronómicos esperan un repunte en las ventas

Julio es un mes que presenta grandes atractivos para el sector gastronómico: por un lado, el receso invernal permite que familias enteras disfruten de las diferentes propuestas culinarias de Rosario –especialmente en lo que hace a almuerzos y meriendas, por una cuestión climática–, mientras que el Día del Amigo es la “frutilla del mes” y este año representa una ilusión doble, dado que cae sábado.

El vicepresidente 2º de la Asociación Empresaria Hotelero Gastronómica y Afines Rosario (Aehgar), Carlos Mellano, contó a los medios, entre ellos Conclusión, que, hasta este miércoles 17 de julio, las reservas para celebrar el Día del Amigo rondaban el 30% o 40% de las plazas gastronómicas de la ciudad, aunque remarcó que varía mucho según el lugar.

“En estas fechas la gente resuelve con un tiempo de anticipación muy corto. Vamos a tener un sábado que va a empezar a la mañana con desayunos, y posteriormente habrá almuerzos y meriendas, pero a la noche va a ser lo más fuerte. Apostamos a que el tiempo que mejore, que no haya lluvias, eso va a potenciar un sábado con valores distintos a los tradicionales”, señaló el referente gastronómico.

Seguidamente, indicó que se están registrando varias reservas para asistir a desayunos o meriendas, mientras que en el caso de las cenas la situación varía: las cervecerías, que suelen atraer a consumidores más jóvenes que no reservan con tanta anticipación, posiblemente se llenen de forma más espontánea.

“Los restaurantes, que de por sí los sábados ya trabajan bien, seguramente van a adecuar los horarios, van a hacer dos turnos para tener una facturación distinta. Los lugares que son resto bares, más descontracturados, adecuarán sus precios a cada uno de los bolsillos. No estamos para despilfarrar, nuestro rubro representa lo que presupuestariamente a las familias les sobra”, completó Mellano, quien observó que en Rosario la actividad “bajó el doble” en comparación con la media nacional.

“Nuestro rubro no es de necesidades primarias, entonces cuando vemos que los supermercados o las farmacias bajan las ventas, prendemos las alarmas”, analizó el integrante de Aehgar, quien también dijo que ven con buenos ojos la reducción de la inflación, pero cuestionó al gobierno de Javier Milei por “enfriar la economía”.

“A partir de marzo el consumo cayó entre un 30% y 35%, cuando la devaluación de diciembre fue del 40%. No pudimos recuperar nuestros precios y eso pega en la rentabilidad. Somos competitivos, para construir costos tenemos que ver qué hacen los demás porque sino quedamos fuera del mercado. Tenemos que absorber mucho el aumento para poder vender. La situación es complicada, ir a comer afuera es caro de acuerdo a lo que uno gana”, concluyó Mellano.