JUEVES, 28 DE NOV

La sonda china Chang’e-6 trae a la Tierra primeras muestras de cara oculta de la Luna

La sonda lunar Chang'e-6 transportó cuatro cargas útiles internacionales que fueron desarrolladas conjuntamente por científicos chinos y de otros países. las muestras serán entregadas a un equipo de científicos para su almacenamiento, análisis y estudio.

 

El módulo de retorno de la sonda china Chang’e-6 regresó este martes a la Tierra, trayendo consigo las primeras muestras recogidas por el ser humano en la cara oculta de la Luna.

La cápsula de retorno aterrizó con precisión en el área designada en la bandera de Siziwang, en la región autónoma de Mongolia Interior, norte de China, a las 14:07 (hora de Pekín), operando normalmente, y la misión fue declarada un éxito total, según la Administración Nacional del Espacio de China (CNSA, siglas en inglés).

Bajo las órdenes del equipo de control en Tierra, el vehículo de retorno se separó del orbitador a unos 5.000 kilómetros sobre el Atlántico Sur.

La cápsula entró en la atmósfera terrestre alrededor de las 13:41 a una altitud de unos 120 kilómetros y una velocidad de casi 11,2 kilómetros por segundo, lo que equivale a 40.320 kilómetros por hora.

Después de la desaceleración aerodinámica salió de la atmósfera y luego comenzó a planear en línea descendente, y posteriormente entró de nuevo a la atmósfera e inició una segunda fase de desaceleración.

A unos 10 kilómetros del suelo, se abrió un paracaídas que hizo que el vehículo redujera aún más su velocidad y se posara con suavidad y precisión en el área predeterminada, donde fue recuperado por un equipo de búsqueda.

El vehículo de retorno será transportado por aire a Pekín para su apertura, y las muestras lunares serán entregadas a un equipo de científicos para su posterior almacenamiento, análisis y estudio, explicó la CNSA.

Chang’e-6 es una de las misiones más complejas y desafiantes en el marco de los esfuerzos de exploración espacial de China hasta la fecha. Compuesta por un orbitador, un módulo de aterrizaje, un módulo de ascenso y un módulo de retorno, fue lanzada el 3 de mayo de este año y pasó por varias etapas, como la transferencia Tierra-Luna, el frenado cercano a la Luna, la órbita lunar y la separación de la combinación módulo de aterrizaje-ascenso y de la combinación orbitador-módulo de retorno.

Con el apoyo del satélite de retransmisión Queqiao-2, la combinación módulo de aterrizaje-ascenso se posó en el área de aterrizaje designada en la Cuenca Aitken del Polo Sur, en la cara oculta de la Luna, el 2 de junio, y dio inicio a las labores de muestreo.

El 4 de junio, cargado con las muestras, el módulo de ascenso despegó de la Luna y entró en la órbita lunar. El 6 de junio completó el encuentro y el acoplamiento con la combinación orbitador-módulo de retorno y transfirió las muestras al módulo de retorno. Luego, el módulo de ascenso se separó de la combinación y descendió de nuevo a la Luna, comandado por el equipo de control en Tierra, para evitar convertirse en basura espacial.

La combinación orbitador-módulo de retorno pasó 13 días en la órbita lunar, esperando la oportunidad adecuada para regresar a la Tierra. Después de completar dos maniobras de transferencia Luna-Tierra y una de corrección orbital, el módulo de retorno se separó del orbitador y trajo las muestras a la Tierra.

Tras su contribución a la misión Chang’e-6, el satélite de retransmisión Queqiao-2 elegirá los momentos apropiados para llevar a cabo labores de detección científica.

Sus cargas útiles, que incluyen una cámara ultravioleta extrema, un generador de imágenes de átomos neutros y un sistema experimental de interferometría de muy larga línea de base Tierra-Luna, recopilarán datos científicos de la Luna y el espacio profundo.

«La misión Chang’e-6 representa un hito significativo en la historia de la exploración lunar humana, y contribuirá a una comprensión más completa de la evolución lunar», afirmó Yang Wei, investigador del Instituto de Geología y Geofísica de la Academia de Ciencias de China.

«Las nuevas muestras conducirán inevitablemente a nuevos descubrimientos. La fascinación por la Luna está arraigada en la cultura china a lo largo de los siglos, como lo demuestra la narración mitológica de Chang’e, una dama que viajó y residió en la Luna. Ahora, los científicos chinos están esperando ansiosamente la oportunidad de contribuir a la ciencia lunar», agregó Yang.

Las muestras lunares traídas previamente por la misión Chang’e-5 ya han atraído solicitudes de acceso de académicos internacionales, y el proceso está en marcha. La sonda lunar Chang’e-6 transportó cuatro cargas útiles internacionales que fueron desarrolladas conjuntamente por científicos chinos y de otros países. Es concebible que la apertura de las actividades chinas de exploración lunar se refleje en el estudio de las muestras lunares de Chang’e-6, dijo el investigador.

Yang agregó que la cooperación de científicos internacionales de diferentes orígenes geográficos y disciplinarios traerá recompensas a la comunidad científica lunar y a toda la humanidad.

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