MIéRCOLES, 27 DE NOV

El ex dirigente de peones de taxis Horacio Boix fue condenado a tres años de prisión domiciliaria

En un juicio abreviado, el ex gremialista, de 73 años, fue condenado por irregularidades en la administración del dinero del Sindicato de Peones de Taxis, el que muchas veces usaba para financiar gastos propios y de sus allegados; y por organizar balaceras contra las casas de directivos del gremio. 

 

El ex dirigente del Sindicato de Peones de Taxis (SPT), Horacio Boix, fue condenado este miércoles, en un juicio abreviado, a tres años de prisión domiciliaria por administración fraudulenta, extorsión y abuso de arma. Además, fue inhabilitado por el lapso de 10 años para ejercer activades en el gremio antes mencionado.

El pasado miércoles, en el Centro de Justicia Penal de Rosario –ubicado en Sarmiento y Virasoro– el juez de primera instancia Rafael Coria homologó el procedimiento abreviado acordado entre Fiscalía y la defensa de Boix, por el cual se condenaba al ex dirigente gremial, de 73 años, a la pena única de 3 años de prisión efectiva en su domicilio.

Los fiscales de criminalidad organizada y delitos complejos, David Carizza y Matías Edery, acusaron a Boix de, en su carácter de secretario general del SPT (cargo que ocupó entre 2015 y 2019), haber perjudicado a los afiliados al gremio y haber procurado tanto para él mismo como para su familia y allegados unas ganancias “indebidas” que rondarían los ocho millones de pesos.

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A entender de Fiscalía, Boix obtuvo el dinero entre 2018 y agosto de 2019, cuando tuvo “un amplio poder de disposición del patrimonio” del Sindicato de Peones de Taxis, el cual “manejó y administró como propio”.

“En la caja del SPT ingresaba dinero por el pago de las cuotas de los afiliados y luego de pagar los gastos de gestión, Boix disponía de ese dinero como si fuera suyo para cubrir gastos personales y de su círculo íntimo al tiempo que utilizaba la tarjeta corporativa del SPT (Mastercard del Banco Municipal) para financiar los mismos implicando así un perjuicio económico”, detallaron desde Fiscalía.

Uno por uno, los delitos de Boix

A lo largo del año 2018, Boix –mediante la caja del SPT– recibió unos $7.067.097 en efectivo, mientras que entre enero y agosto de 2019 la cifra fue de $4.766.321, en carácter de cuotas de afiliación. No obstante –y siempre según Fiscalía– no emitió los comprobantes de estos pagos.

También se lo acusó por haber pagado en efectivo $25.930 por servicios de reparación y mantenimiento de vehículos que no pertenecían al SPT: se trataba de un Jeep Cherokee y un Mercedes Benz C200, que estaban a nombre de Boix.

Asimismo, el ex gremialista pagó $119.285 –en una factura que está emitida a nombre del Sindicato de Peones de Taxis– por materiales de aberturas. Sin embargo, estas compras nunca fueron entregadas ni incorporadas al edificio del Sindicato.

Por último, y en lo que respecta a delitos económicos, se lo acusó de haber utilizado la tarjeta corporativa del Sindicato, una Mastercad del Banco Municipal de Rosario. El saldo era debitado de la cuenta corriente del SPT, mientras que el imputado utilizaba el plástico para cubrir gastos personales que ascenderían a los $589.390.

Boix y sus vínculos con Los Monos

La Fiscalía también vinculó al ex dirigente gremial con la reconocida banda narcocriminal de la ciudad: cuando Boix fue expulsado del SPT a inicios de septiembre de 2019 por malversación de fondos, se vinculó con la agrupación dirigida por Ariel Máximo “Guille” Cantero, a los fines de recuperar la conducción del Sindicato mediante amenazas y balaceras contra las viviendas donde habitaban integrantes de la nueva comisión directiva.

En la tarde del 26 de septiembre, por ejemplo, un joven identificado como Nahuel Ángel Salcedo (que fue condenado en un juicio abreviado) junto a otro hombre que hasta el momento no fue identificado, efectuaron al menos dos disparos contra la vivienda de Horacio Yanotti –quien reemplazó a Boix en el puesto de secretario general del SPT– con el objetivo de amedrentarlo y exigirle la entrega de dinero.

Ese mismo día, pero al caer la noche, dos hombres que aún no fueron identificados efectuaron al menos siete disparos contra la casa de otro integrante de la comisión directiva del SPT, ubicada en Santiago al 3000, para amedrentarlo y exigirle la entrega de dinero. Unos días después, el 5 de octubre de 2019, esta vivienda volvió a ser baleada y recibió al menos catorce proyectiles.

Los ataques a casas de integrantes de la nueva comisión directiva del SPT se perpetuaron –en varias zonas de Rosario como Cochabamba al 4800 o Pascual Rosas al 1600– el 6 de octubre, el 19 de noviembre y el 11 de diciembre de 2019, siempre con la intención de inculcar miedo y exigir dinero.

Por todo lo expuesto, Boix fue condenado este miércoles a tres años de prisión efectiva bajo modalidad domiciliaria por administración fraudulenta, extorsión en carácter de instigador (dos hechos), y abuso de arma de fuego en carácter de instigador (seis hechos).

También se le dictó una inhabilitación especial por el termino de 10 años para el desempeño de la actividad gremial en el Sindicato de Peones de Taxis, mientras que tampoco podrá mantener contacto con la sede del gremio, ubicada en calle Salta al 2800, ni con los miembros de la Comisión Directiva.

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